RoOtOp -13518-

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Y a pesar de todo no dejaba de sentirme como en un tejado.

En un tejado con barrotes del cual no podía escapar.

En un tejado del cual no podía bajar nunca,

por lo tanto debía vivir sin tocar el suelo con los dedos de los pies.

Por más que lo intentaba no podía hacer nada para cambiar las circunstancias.

Ni cambiando de personalidad,

ni cambiando de mentalidad.

Habían días que realmente me sentía en el suelo con el resto de personas,

Me sentía con una historia propia y no solo siendo una simple espectadora;

pero llegaba otra persona o

un nuevo amanecer y yo

volvía a mi fiel tejado.

A mi siempre fiel jaula.

¿Quieres saber porque hago esta comparación?

Pues es simplemente porque es un lugar

desde el cual puedes verlo todo

y nadie te ve a ti.

Porque me siento invisible.

Siento que la gente no puede, ni quiere, verme ni escucharme.

Siento que mi voz es sorda y mis palabras son mudas.

Me siento minúscula en un mundo de puntos y apartes,

en un mundo

en el que la gente no se para a pensar en nada..

En un mundo en el que todo el mundo llega tarde a todo.

Incluso a su propia vida.

Porque no es cómodo levantar la vista

para ver lugares en los que usualmente no hay nada,

aunque la verdad... es cierto.

Nunca hay nada ni nadie.

Si nadie puede verte, ni escucharte...

no eres nada, no eres nadie.

Así que si.

Nunca hay NADA allí arrriba.

Nunca hay nadie.

Una letra lo cambia todo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora