Mi Lado Obscuro

Capitulo 2

No sabía por qué pero esa foto de Jessica con ese chico me daba un mal presentimiento, además de pensar que lo había visto de algún lugar pero no podía recordar, en saber que fui la última persona en estar y ver a Sam, y no recordar, eso me desesperaba, saber que no podía hacer nada hasta que mi memoria volviera, llegue a pensar que quizás nunca logre recordar aquel trágico día, en los últimos dos años de mi vida solo pensaba en aquel momento, si tuviera un solo deseo seria jamás haber aceptado aquella invitación, y hacer lo posible porque Sam no fuese, ya casi no dormía, solo salía de casa a la universidad, no he tenido amigas después de eso, he llegado a desconfiar de todo el mundo.

Llegue a mi departamento después de la uní, era domingo, ya hacia justo dos años de aquel día, entre a mi habitación, me desnude y fui a la ducha, al terminar escuche que alguien toca la puerta, Salí a ver quién podría ser pero no había nadie, justo en ese instante salió mi vecino Jack, nunca había interactuado pero sentí que tenía que hacerlo,

—le pregunte si había visto a alguien tocar mi puerta

—me respondió solo con un no y entro a su departamento

Me sentí apenada, quizás no debí preguntarle, aquella noche me quede pensando en aquello, no podía dormir, como siempre, escuche un grito, eran las 11.11, de la noche, sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, salí al pasillo a ver quién podría ser, pero no había nadie, llegue a pensar que quizás estaba loca, la puerta, y un grito

—pensé ¿será que estoy recordando?

O solo pueda ser paranoia por los últimos días sin dormir bien, algo era, no seguí pensando más en eso y me quede dormida.

Al despertar me di cuenta que no estaba la foto con Sam que estaba en mi mesa de noche, recuerdo haberla visto hace un par de días, pensé que quizás mama la había tomado o la cambio de lugar ya que mama decidió visitarme el fin de semana, mama vive en Miami, yo en New York, he pensado en ir a Miami unos días quizá pueda ir al fin de mes, decidí no prestar mucha atención a lo sucedido, y me fui a la universidad, cuando salía de mi departamento vi de nuevo a Jack, pero esta vez fue diferente

—Me sonrió —esa sonrisa estremeció todo mi cuerpo

—solamente le respondí con un hola, y seguí hacia mi destino.

Llegue a la universidad y me tropecé con Roberto estaba aún más hermoso que la última vez que vi su hermoso rostro, la adrenalina corría por mis venas

—Decidí acercarme —le dije hola—

—Hola Annia, tiempo sin saber de ti —dijo con un tono de voz bastante sensual—

—Lo mismo digo Roberto —Tartamudee entre dientes—

—Me disculpo por no haberte visto el funeral de Sam, quiero compensarlo ¿Qué te parece si tomamos un café?

—¿Y Jessica?

—Es algo difícil de explicar, no quiero tocar el tema ¿Qué me dices? ¿vamos?

Lo dude por un instante pero decidí aceptar, tenía muchas preguntas.

—Sí, acepto, nos vemos después de clases —me despedí y me fui—

Al salir de clases de literatura estaba toda hecha un manojo de nervios, con tan solo pensar que por fin tendré una cita con mi hombre soñado. Ya estando en la cafetería mis manos sudaban, estaba esperando a que el llegase. Entro a la cafetería, llevaba una camisa blanca, y janes ajustados que hacían notar mucho sus atributos de deportista

—Hola de nuevo —dijo luego de darme un beso en la mejilla— ¿Cómo estás?

—Vamos a decir que bien, estos últimos años no han sido los mejores para ser exactos, pero no toquemos el pasado ¿tu cómo has estado? ¿Qué has hecho estos últimos años?

—Bien, la universidad, el futbol, es una de las razones por las que ya no estoy con Jess

—Levante una ceja y sonreí— Ok Roberto, entonces... ¿estas soltero?

—Sí, —Exclamo—.

Pensé, quien podría estar con alguien así, solo está pendiente de sí misma, de su inmenso ego y sus amigos en las redes. Seguimos durante horas platicando.

-¿Te parece si vamos a mi casa? –Dijo Roberto con un inmeso brillo en susu ojos-

En ese momento no sabía que decir, quede completamente paralizada, era una sensasion tan inexplicable, había estado con algunos chicos, pero nunca me había sentido esta corriente dentro de mí.

-No puedo, discúlpame

Sabía que me arrepentiría al llegar a casa, pero prefería eso a que el pensara que era una chica fácil, decidí irme en ese momento, sin nada más, ni siquiera me despedí de él, no sé lo que pasaba por mi mente en ese momento, tal vez solo no quería terminar como Sam, enamorada y traicionada.