despertar del fuego

"apertura del fuego"

"apertura del fuego"

"cuando el humano llega, destruye y crea a su parecer...pero llegara el momento en que se arrepientan por tratar se jugar a ser dioses..."

ABDON

"Se dice que los días de la cacería terminaron hace mucho tiempo, pero para los sobrevivientes esta continua aun después de años...la lucha por la supervivencia se mantiene"

Las botas húmedas se clavan profundo en el suelo helado, el aire frio le quema el rostro, el pecho, los pulmones respirando el viento helado se negaban a seguir expandiéndose. Las extremidades ahora adormecidas por el frio y la perdida de calor y sangre, la volvieron torpe y lenta. El cálido líquido carmesí se desliza lentamente por su brazo derecho dejando un rastro de sangre bajo sus pies, no tenía caso gastar más energías intentado huir, tenía que encargarse si quería llegar a tiempo. Ella pudo evitar que la flecha diera en su pecho, pero fue demasiado lenta para evitar que esta traspasara su brazo. ¡No subestimes a tus enemigos!...¡mierda! solo podía escuchar su respiración agitada y el crujir de la nieve, el bombeo de su corazón y el viento violento que mecía sobre ella los árboles secos por las heladas.

Ella levanto la vista y entre nubes casi desechas la vio, la estrella viajera hacía poco que había comenzado a avanzar por el cielo, tan solo la estrella llegara a su lugar el eclipse comenzaría, y ella no tenía tiempo que perder, hacía mucho abdon había preparado sus habilidades, solo para este día, pero ella lo estaba estropeando todo. El crujir de la madera congelada le alerto, y logro protegerse del ataque detrás de un viejo árbol de madera negra. La flecha negra fue precisa, tiraron a matar pero esta ocasión ella estaba preparada.

-deja de jugar...enfréntate a mí, he escuchado que pagan muy buen dinero por los de tu raza- la misma voz aguda y chillona de esa joven en la taberna, Abdon noto que era una mercenaria tan pronto la observo, su ropa y sus armas no habían sido usadas precisamente para animales y en cuanto sus miradas se cruzaron la chica mostro interés en ella, el interés de un depredador buscando a su presa, ahora después de kilómetros intentando ocultar su rastro en vano la chica le había tendido una emboscada y tenía intenciones claras de cobrar la recompensa que ofrecían por su cabeza. Estaba impresionada porque no creyo que una mujer tan joven podría ser tan lista y seguirla hasta aquí.

-pequeña insolente, no tengo tiempo que gastar contigo... - grito Abdon furiosa. Pero solo recibió risas a carcajadas de parte de la chica.

-claro que no tienes tiempo, se ha terminado de echo, deja de ocultarte y enfrenta tu destino chica luna- sus palabras le cortaron las entrañas, hacía tiempo que nadie mencionaba al clan de la luna, después de que todos en su familia desaparecieron, su única opción de sobrevivir era esconderse en el norte y hacerse pasar como otra persona; pero ahora ella había descubierto su identidad, Las personas como Abdon solo podían sobrevivir si nadie se fijaba en ella, ahora que había sido descubierta su identidad no podía dejarla escapar.

-no servirá de nada que te ocultes, dejaste un precioso rastro de sangre hasta ese árbol. Puedes salir ahora o atravieso el árbol con una flecha- tres flechas se estrellaron en los arboles donde ella estaba oculta, mostrándole que en cuanto saliera ella dispararía. El cuerpo de Abdon comenzó a enfriarse lentamente, sus manos y su cuerpo entro en una relajación profunda, y tomo de su bolsa tres agujas de 30 centímetros de acero helado. Esto sería una competencia de puntería y velocidad y la ganadora se llevaría la vida de la otra. Sin embargo Abdon tenía una misión más importante que cumplir y no podía darse el lujo de morir ahora, no ahora.

-cuando tu alma me pertenezca y no encuentres descanso niña, no me guardes rencor - Abdon miro hacia el cielo y un último suspiro helado lleno sus pulmones, Sin esperar la respuesta de su agresora, salió de su escondite a una velocidad increíble esquivando una flecha que atravesó su cabello plata, y apunto a el hígado, los intestinos y el pulmón derecho, no fallo. La mercenaria callo de espalda retorciéndose en suelo con un pequeño sonido de succión proveniente de sus pulmones, sin poder pronunciar palabras y poco a poco perdiendo la conciencia ahogándose con su propia sangre.