-ROSS-
Eran aproximadamente las 3 con 45 minutos y estaba seguro de que el tren me dejaría atrás, pero bueno, no podía esperar algo mejor por haberme quedado dormido llegando de trabajar.
-¡Espere un segundo por favor!- Grité amablemente al señor que manejaba aquel medio de transporte, pero las puertas se cerraron frente mis narices y el tren empezó a andar.
-Debe ser una broma de muy mal gusto- Dije para mis adentros.
-Bueno, no podía esperar algo mejor al no llegar puntual a la salida del tren- Dijo con burla un ser humano al que claramente no le pregunte su opinión.
-Disculpe señorita, pero por razones personales no pude llegar temprano el día de hoy- Dije con una sonrisa forzada.
-Claro estoy segura que eso pasó- Dijo con una mezcla de ironía y gracia en la voz.
-Si me permite...-Empece.
-No se preocupe no tiene porque explicarme su vida, si me disculpa, tengo un tren que tomar.
"Bueno, yo no fui quien se metió en asuntos como mi falta de puntualidad el día de hoy" Pensé.
-Siga my lady- Dije haciendo una reverencia hacia la desconocida.
Vi alejarse aquella joven entrometida, que estaba seguro no pasaba de los 25 años, la vi, caminar hacia la estación no. 23.
-Mmm, la chica de la estación 23- Pensé mientras subía a el tren que paró a unos metros de mi.
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La Chica De La Estación 23.
Teen FictionEn un dia cualquiera, el apuesto y adorable Ross Brown se dirigía corriendo hacia la parada del tren, por asares del destino el tren lo dejo atrás, incitando que conociera a cierta persona, la misteriosa chica de la estación 23.