Miradas, hieren más que mil palabras. El Senpai miraba a esa chica que él llamaba novia, a esa chica yo había llamado toda mi vida sonsa, perra fácil y tonta, porque no hay porque. Es que no siempre todas las personas te caerán bien pero a veces las toleras, ella era la típica chica a quien siempre invitaban a los cumpleaños y se ponía mini-falda, del otro lado estaba yo, la otaku, amante del k-pop y el rock que miraba the simpson una y otra vez.
En un lado esta el Senpai, es un poco arrogante, creído y un poco tonto, pero en el fondo tiene buen corazón. Me gusta todo de él , incluso sus defectos. En la otra esquina está Pedro, el tiene buen corazón, también le gusta el rock y los mismos programas de televisión, le gusta arreglar su cabello, pero el problema es que es un año mayor que yo, no parece tan grave. Gonzalo es otro caso a parte.
Mientras almorzaba con mis amigos en el patio la sonsa acariciaba el cabello de Senpai, no quería ver eso, pensé que no lo soportaría pero llego Pedro con su buena onda y felicidad. Él me ayudaba a olvidar al Senpai, se acerco tierna mente a mi mejilla con su mano y el Senpai no pudo evitar voltear su cabeza con cara de celoso, en parte eso me gusto pero si usaba a Pedro para darle celos a don Senpai eso seria cruel, porque enserio él es asombroso y no se como se siente, ni como me siento. ... me empezó a gustar Pedro.
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sempai
Romanceel es lindo pero idiota ,esto seguirá siendo igual porque yo para el no soy nadie pero algo me dice que superare todo lo que me encuentre a mi manera
