One Shots CDMU ~ +18 ~ Corazón de melon Universidad

CASTIEL ~ El arroyo

Nos desviamos por una carretera de gravilla, lo único que se escucha son el crujido de pequeñas ramas secas bajo las ruedas de la moto de Castiel y el ruido del motor.

Después de la noche del concierto, Castiel me propusó ir a dar una vuelta, y aqui estamos en dirección a... Observo mi alrededor, tan solo puedo ver gruesos árboles acompañados de un cielo completamente despejado.

- ¿Dónde vamos? - pregunto nerviosa.

- Es una sorpresa, no seas impactante - Dice con una sonrisa maliciosa, esa sonrisa que tanto me gusta y podría bajar las bragas de cualquiera; me vuelvo a apoyar en su espalda , y veo la sonrisa que dibujan sus labios a través del retrovisor, esta vez era una sonrisa melancólica, y no puedo evitar pensar en la época del instituto, la época en la que éramos novios...

Medio kilómetro después, detiene la moto. Miro el paisaje que nos rodea, no veo nada mas que hierva y árboles. Unas florecillas que salpican de color el paisaje, y la brisa es cálida y muy agradable. Es un sitio precioso y tranquilo.

Me bajo de la moto, Castiel me coge de la mano y me guía por un pequeño sendero, puedo sentir el calor que transmite su piel en mi mano, y un leve escalofrío me recorre.

- ¿Qué vamos a hacer? - digo impacientemente .

- Robar a una pobre anciana que vive cerca... - abro los ojos de par en par y el suelta una sonora carcajada ante mi expresión - No te lo diré aún , es una sorpresa.

Unos minutos después salimos del sendero y llegamos a un arroyo. No tengo ni idea de dónde estamos, pero el agua parece bastante profunda.

Castiel se quita la camiseta sin decir nada. Centro mi atención en su torso desnudo, en el modo en el que sus músculos se tensan al desabrocharse el pantalón, me resuslta imposible apartar la vista de el hombre tan jodidamente sexi que una vez fue mi novio. Se quita los zapatos, me mira y me sorprende observando su cuerpo. Pone su habitual sonrisa burlona y comienza:

- ¿Piensas nadar vestida o que? - dice sarcástico, y yo miro en dirección al arroyo.

- ¿Piensas que voy a nadar ahí o que? . - digo imitando su tono.

- Oh vamos, ¿Desde cuando eres una aburrida?

- No soy aburrida... Pero seguro que hay peces o... cosas... - soy consciente de lo absurdo que suena mi argumento, pero me da igual- además... no he traído ropa de baño.

- ¿Y? Puedes bañarte en ropa interior - dice, haciendo sonrojar mis mejillas- ¿Qué? No sería la primera vez que te veo paños menores - dice sonriendo maliciosamente.

No puedo creer que vaya ha hacer esto

- ¡Girate y no mires! - grito, y él levanta los brazos como si fuera a ser arrestado y se gira.

Me doy la vuelta y empiezo a desnudarme. Doy las gracias al cielo por haber elegido una ropa interior decente.

Me giro, y abro los ojos como platos al encontrar a Castiel examinando mi cuerpo con todo lujo de detalles, mordiendo ligeramente su labio inferior y dirigiendo su mirada desde mi cintura hasta mis senos.

- Vaya... veo que has mejorado el asunto por ahí delante... - dice refiriéndose a mis senos.

- Pues siento decirte que tu asunto por ahí detras sigue tan plano como hace 4 años - digo refiriéndome a su trasero.

- Oh...No deberías haber dicho eso niña... - me reta, y de un momento a otro me encuentro en los brazos de Castiel. Pataleo en el aire, en un intento de zafarme de su agarre, pero de un momento a otro salta sumergiendonos el agua.

Le grito todo lo fuerte que mi garganta me permite, pero el estalla en carcajadas como respuesta a mi repentino berrinche, haciendome reir a mi también.

Castiel ríe durante lo que parecen horas, y sin previo aviso, lo salpico.

-¿Me has salpicado? - se ríe

Yo asiento y lo vuelvo a salpicar de nuevo.

Sacude su cabeza mojada y se lanza a por mí por debajo del agua. Sus brazos tatuados se enroscan alrededor de mi cintura. Yo le envuelvo con mis piernas para no caerme y nuestros cuerpos chocan suavemente.

- Perdona -balbuceo, y aparto mis piernas.

°·°·°·°·°Empieza el salseo°·°·°·°·°

No obstante, el las agarra de nuevo y vuelve a colocarlas donde estaban. La extraña energía que surge entre nosotros aparece de nuevo, esta vez más densa que nunca.

Nuestras miradas se encuentran. Sus ojos grises se clavan en los mios con tal intensidad que me cuesta mantenerle la mirada.

Él baja sus ojos a mis labios, y se que estamos pensando lo mismo en ese momento.

Bésame

Y como si leyera mis pensamientos, lo hace.

Sus labios acarician los mios con pasión, abriendose paso atraves de mi boca.

Castiel me envuelve con fuerza entre sus brazos, apretando mi cuerpo, y comienza a caminar fuera del agua sin interrumpir nuestro beso.

Se sienta sobre el cesped y yo sobre él. Sus manos se ciñen a mi cintura, estrechandome hasta reducir todo el espacio posible entre nosotros.

Mi cabeza me dice que me lo tome con calma y saboree cada segundo de este dulce momento, pero mi cuerpo me pide que le arranque el boxer.

Sus labios recorren mi mandíbula y trazan una línea de besos por cuello, robandome pequeños gemidos que escapan involuntarios de mi garganta. Él gruñe contra mi cuello, aprieta firmemente mi cintura y se tumba sobre el césped, dejandome sobre él.

- No tienes ni la menor idea de cuanto te he echado de menos...- dice pasando su lengua por la sensible piel de mi cuello.

Puedo oír como se agita su respiración en el momento que arqueo la espalda para que me desabroché el sujetador.

- Echaba de menos tu cuerpo - Dice con voz ronca al tiempo que sus manos acarician la base de mi senos. Los aprieta con suavidad, pasando su pulgar por mi pezón, haciendome gemir de nuevo.

Puedo sentir lo duro que esta contra mi entrepierna. Él me desea, y yo lo deseo a él.

- Quiero hacerte mía ahora mismo.

- Hazlo - Digo sin pensar.

Unimos nuestros labios de nuevo con fuerza, mientras sus manos se encargan de desnudarme por completo.

Castiel eleva mis caderas, colocando su miembro en mi entrada, deja caer mi cuerpo sobre el y se adentra en mi interior.

Me balanceo arriba y abajo sobre su longitud, en un movimiento lento y profundo.

- Joder... - gime mientras subo las caderas lentamente para descender de nuevo contra él, solo para volver a elevarme y repetir el mortificante movimiento

Un gran gemido se escapa de nuestras gargantas cuándo acelero. Joder...

Hundo mis manos en su cabello y él aprieta mis senos, haciendome gemir de nuevo. No puedo soportar más, me corro y le estrechó con todos mis músculos , Castiel se corre imediatamente después inundandome con cada gota de el.

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