Sálvame | Capítulo 27

216 15 0
                                    

Justin sonrió satisfecho, mientras observaba como Aaron se iba alejando hacía la oficina del director. Aimé me miró con odio y supe ahí, que la venganza llegaría tarde o temprano. Se fue con su grupo de amigas afuera de la cafetería. Justin volteó a verme, la preocupación reflejada en sus ojos.

-¿Estás bien? Lamento no haber podido llegar antes.

-Si... Estoy bien... -murmuré por lo bajo.

Joshep apareció a su lado, sonriendo.

-Él es idiota de nacimiento.

-Oh, ¿en serio? No me había dado cuenta -dijo Chris sarcásticamente,

-¿Quieres terminar de comer para irnos? -me preguntó Justin, omitiendo los comentarios de sus amigos.

-Está bien.

(...)

Luego de las clases, guardé algunos libros para poder estudiar para el examen que tenía mañana de biología y fui junto con Justin hasta su auto para poder irnos a casa.

Una vez allí, él me tomó de la mano y entramos, siendo recibidos por Sr. Tuko, quien maullaba y se restregaba en nuestras piernas, agitando la punta de su cola en alto. El ambiente se llenó de las risas de Jazmin, quien corría siguiendo a Sr. Tuko. El gato la miró y comenzó a correr, mientras seguía maullando.

-¡Sr. Tuko! ¡Regresa! -Jazmin gritó, con una sonrisa plantada en su rostro.

Cuando pasó frente nosotros, Justin la agarro entre sus brazos y la alzó sobre su cabeza. Jazmin gritó por la sorpresa.

-¡Justin, déjame!

-Deja al pobre gato -rió.

Sonreí, viendo la escena familiar desconocida para mi. Los maullidos volvieron, cada vez más cerca. Sentí como la bola de pelos clavó las garras en mis jeans y comenzaba a trepar por allí. Reí, mientras Sr. Tuko continuaba su recorrido por mi pierna. Justin dejó a Jazmin sobre su espalda, haciendo que sus finas y pequeñas piernas abrazaran su torso. Jazmin rió al ver al gato llegando por mi vientre y comenzando a trepar por mi abrigo. Yo no sabía que hacer, solo reía algo nerviosa.

-¡Gato malo! ¡Déjala! -gruñó Justin.

-Quiero ver hasta donde llega -lo contradijo su hermana.

Sr. Tuko llegó hasta mis brazos, acurrucándose y escondiéndose entre ellos, ronroneando. Acaricie temerosa su lomo, mientras éste se arqueaba sobre mi mano. Jazmin aplaudió a gusto.

-Un día lo encontraremos plantado al techo -la voz de Pattie resonó en la sala, mientras salía de la cocina secándose las manos con un paño, sonriendo- Trepó la pared de alfombra que hay en la biblioteca. No se podía bajar y gritaba como loco. ¿O no, Jazmin?

-Si. Papá tuvo que subirse a una silla para sacarlo.

Justin la bajó, poniendo sus pies devuelta al suelo.

-¿Tienen una biblioteca aquí? -pregunté. Jamás había visto la casa completamente.

-Si. ¿Te gustaría verla? -me preguntó ella.

Asentí con la cabeza sin vacilar.

-Justin, ¿porqué no la llevas?

-Claro. Ve a dejar tu mochila a tu habitación.

-Vale.

Subí las escaleras y dejé la mochila sobre mi cama, aún sin soltar a Sr. Tuko. Justin estaba fuera, en el pasillo, esperándome.

-Es por aquí -señaló hacía otra escalera para ir a la planta superior. Lo seguí, observando cada rincón desconocido.

Él me guió hacía una puerta doble en madera tallada. Sr. Tuko ronroneaba y aquel sonido resonaba por todos los pasillos del tercer piso de la casa. Justin las abrió y encendió las luces, dejándome ver las muchas estanterías de tres secciones donde habían muchos, pero muchos libros.

Sálvame -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora