《Parte única》

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—Disculpe, pero ya no hay vacantes para el puesto de trabajo.

Venía escuchando esa frase durante un mes entero, desde que me echaron de mi viejo trabajo sin razón alguna. El dinero escaseaba y ya no podía depender de la ayuda de mis padres. Entre los gastos del pequeño departamento que alquilaba, más los gastos de los servicios y la mantención de mi carrera de medicina, estaba haciéndolos cargar con problemas ajenos en sus hombros.

Ya comenzaba a frustrarme, busque en todos los sitios por internet habidos y por haber, también recorrí agencias de trabajo y todos estaban recientemente ocupados. Trabajar en el bar los fines de semanas ya no me estaba rindiendo, la paga apenas cubría los gastos y además era tanto en desgaste que me dificulta el poder estudiar tranquilo los únicos dos días en los cuales no voy a clases. Arroje mi móvil sobre mis apuntes, recostandome sobre ellos soltando un suspiro. Toda esta situación me estresaba y consumía, necesitaba encontrar una solución lo antes posible antes de enloquecer.

Baje hasta el vestíbulo del complejo para buscar el correo, más cuentas que pagare atrasados. Salude al sereno del lugar, el cual estaba descansando con un periódico en la mano antes de volver a su trabajo. Posé mis ojos en el periódico por casualidad y vi el apartado de empleos, mi cabeza prendió un foto imaginario al cruzarse una idea por ahí. Era una forma bastante anticuada, pero no perdía nada en buscar empleo por esta manera. Le pregunté al hombre si podía tomar prestado su periódico, a lo que me tendió sin ningún problema.

Me dedique toda la tarde a llamar a los anuncios, marcando y tachando sobre la hoja todo aquel empleo ya tomado o el cual me rechazaban. Estaba por rendirme, hasta que un pequeño anuncio llamó mi atención.

"Se precisa acompañante terapéutico para un octogenario enfermo, de preferencia con conocimientos previos en medicina."

Bien, era todo lo que necesitaba, llame sin dudarlo ya con las esperanzas por el suelo. Sorpresivamente el puesto estaba disponible, el teléfono indicado en el anuncio era el de su médico, me explicó que solo necesita ser vigilado por las noches y ver si tomaba todas sus medicinas. La suma de dinero que ofrecían era ridícula con lo poco que debía hacer, así que acepte de lo más contento. Tenía que presentarme esa misma noche en la casa del paciente ya que necesitaba cuidados urgente.

El señor Kang era un señor muy amable y cálido, sufría de bronquitis crónica y debía ser cuidado todo el día, ya que por su avanzada edad se olvidada de sus medicamentos. Por el día era cuidado por la mujer de su médico, la cual era enfermera y se encargaba tanto de él, como su hogar. Las noches que pasaba con él me contaba un poco de su vida, la cual era muy triste, había perdido a toda su familia en un accidente automovilístico, siendo él el único sobreviviente. Por su casa y grandes lujos, pero un poco aterradora, deduje que era un hombre con dinero, el me lo confirmó diciendo que había heredado las acciones de sus padres y con eso pudo vivir toda su vida. Así que los únicos en la vida de Kang eran su médico con su esposa y yo.

¡GET OUT! 《KSJ》 #4 [OneShot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora