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<< ¿Cambiaste o no? >>

No me gusta—declaró.

—Bien. Entonces ¿Por qué no dejastes que Seulgi se le acercara?—cuestiono Lisa acunando su rostro.

Cuando Rose se disponía a contestarle un mesero se les acercó para pedir su orden. La pelinaranja levantó la vista y pidió que le trajeran una tarta de chocolate con un smoothie. Posó su mirada en su hermana y esta pidió un café con una tarta de frutas occidentales.

El joven tomó nota de los pedidos en la tablet que llevaba en sus manos y se retiro sin antes decir:—Se los traeremos lo más rápido posible.— Rose asintió y al verlo irse devolvió su atencion a Lisa quien se encontraba mirándola.

Entonces... ¿Me dirás?

—Sigo sin verle el sentido a esta conversación absurda. Pero no es que tenga escapatoria ahora... ¿Qué quieres que te diga? Me gusta Kim Namjoon ¿Es eso?

Esa no fue mi pregunta. No la evadas y me respondas con algo que yo sé que es cierto—atacó Lisa ya cansada de la misma situación.

El silencio fue roto por el mesero quien venía con las dos tartas junto al café y el smoothie. Colocó los platos frente a cada una, al igual que los cubiertos. Las dos chicas agradecieron con un sonrisa al joven y este inclinó la cabeza y despues dijo: —Que lo disfruten—para luego regalarles una sonrisa.

—¿Por qué no dejastes que Seulgi se le acercara?

Yo no hice nada, solo les dije que ellos como pareja no tienen nada en común y que Seulgi merecía algo mejor... ¿Es que acaso no puedo preocuparme por ella?—inquirió mientras tomaba un pequeño sorbo de su café.

—Para nada, debistes dejar que lo intentaran ya que de los errores se aprenden.—dijo la pelinaranja antes de llevarse un troso de tarta a la boca.

Les quise evitar la molestia de tener que recuperar un corazón roto ¿No merezco una recompensa por eso?—habló Rose.

—Quisiste evitar tu corazón roto. No el de ellos fue tu corazón egoísta el que no te permitió verlos juntos y que aún se resiste a la idea de admitirlo. Rose mientras más te esmeres en negarlo más perderás el poco aprecio que conserva Kim Namjoon hacia ti... O talvez ya lo perdiste—dijo Lisa dejando el tenedor en el plato con el postre.

—¿Crees que yo merezco estar con alguien así? No. Hacia Kim Namjoon solo siento rencor y envidia si me permites ser lo más sincera posible.

—Bueno. Después no te arrepientas.

—Eso haré.

...

El pelirrojo removia entre los papeles, buscaba el número de Somin o cualquier indicio que le de una pista. Seulgi había salido pensando que el pelirrojo no saldría de la habitación en la que se había encerrado. Pero ese era el plan. Yugyeom sabía que su amiga es una de las personas más ordenadas y precavidas que podría encontrar, papel tras papel era examinado lo más rápido posible. Después de varios minutos batallando encontró el teléfono de Somin junto con una dirección. Decidió escribirla en una hoja de unos de los cuadernos de Seulgi y comenzó a ordenar todo.

Seulgi sacó sus llaves y entró al departamento. Dejó las compras encima de la mesa y retiró el saco que llevaba. Caminó y tocó la puerta donde Yugyeom suponía seguía. No hubo respuesta por parte de este entonces giró la manija y se sorprendió al poder abrirla. Empujó la puerta y efectivamente no había nadie ahí. Salió, buscó en el baño, el estudio y en su habitación. No estaba.

Vientre De Alquiler | KookTae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora