(💒) Luna de miel (2/2)

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Ambos recién casados, bebían con tranquilidad su vino, el ambiente era cálido y silencioso pero no un silencio incómodo ni pesado, era agradable era una intensa carga de calidez entre ambos, la rubia después de dejar de beber su copa de vino tomo uno de esos panecillos de maíz con azúcar glaseada y comenzó a comerlo con lentitud dejando mordida tras mordida pequeños residuos de la azúcar sobre sus labios lo cual fue cautivador para aquel de piel acanelada que enfoco su mirada chocolate sobre los labios rosados de la de ojos cual cielo.

¿Era acaso una invitación a saborear sus labios? ¿Era una tentación? Pues si era de esa forma, valla que Star lo estaba logrando, el moreno tragó saliva pues estaba dispuesto a saborear los labios azucarados de su amada, pero claro lo haría con suma cautela.

—¿Star?— llamó con suavidad a la rubia quien enseguida volteó a verle mientras daba otro mordisco a su panecillo

Tragó el último pedacito de panecillo— ¿Si Marco?

Acercate creo haber visto algo en tu mejilla — señaló el moreno con un toque de nervios.

Ohh claro.—  sonrió acercándose al moreno, quien al instante comenzó a acariciar la mejilla de la  rubia con su dedo pulgar.— ¿Y que es lo qué tengo Marco?

—En tu mejilla nada, pero en tus labios hay un toque de dulzura de la azúcar glaseada, pero no te preocupes yo lo limpió.— hablo con una sonrisa coqueta acercando sus labios hacia la contraria que por cierto no sé resistió a tal acto.

Sus labios se unieron en un tierno beso, claro el moreno saboreaba el dulce de los labios de su amada, el tomó a la chica por la cintura atrayendola hacia el uniendo su cuerpo con el suyo para una mejor cercanía.

El moreno amaba el sabor dulce de los labios de su esposa, era un néctar adictivo que el tuvo la fortuna de probar en cada día del resto de sus vidas, su ambiente era muy tierno y romántico, el suave tacto del pulgar de su amada sobre su morena mejilla le daba un estado de tranquilidad ella era la única que provocaba el sentirse tranquilo ante lo malo y daba gracias a Dios por haber ganado el corazón de ella antes que cualquier otro que no la amaría como él lo hace..

—Gracias por amarme.— musitó el moreno separándose de ese dulce beso juntando su frente con la de su esposa mientras mantenían ambos una sonrisa, y los ojos cerrados.

—... Oww Marco.. — susurró tomando el rostro de castaño con una sola y única intención retomar aquél cariñoso beso que habían dejado.

Star abrazó por el cuello a Marco quien sujetaba con firmeza su cintura con sus grandes manos, pero el moreno comenzó a bajar un poco sus dos manos hacia los redondos glúteos de su amada para así hacer un poco de presión haciendo que la pequeña rubia soltará un leve jadeó de sorpresa, ella de inmediato captó la intención del moreno así qué supuso ella que era la hora de inicio de su “luna de miel” separándose de aquel beso la rubia tomo la corbata del castaño comenzado a quitarla y luego tirarla al piso y así comenzar con un beso apasionado y húmedo.

Sin separarse ambos se dirigieron a una pequeña alcoba donde solo era iluminada por la tenue luz de luna llena, sus corazones latían con ritmos desesperados, sus respiraciones eran profundas y entrecortadas se habían separado aún que aún estaban unidos por un fino hilo de saliva que fue roto por el castaño que dirigió su boca hacia el fino cuello de la de piel de porcelana.

Suaves suspiros de placer salían de la boca de la chica quien acariciaba con suavidad el cabello de Marco, mientras el besaba, lamía y succionaba el cuello de la rubia dejando una pequeña mancha rojiza sobre la blanca piel de su amada.
Una vez terminada su labor en el cuello de ella esté la volteo de espaldas para así bajar el cierre del vestido el cual con el transcurso de bajar lentamente el cierre este se iba deslizando por su cuerpo era un punto el cual su vestido no tenía tirantes que sujetarán con sus hombros.

50 Shades of Starco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora