Capítulo 1

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Sábado 31 de mayo, 2014.

Moon Jongup no era tonto. De acuerdo, él podría tener una cara de distracción exhaustivamente permanente, ser un poco asustadizo y el repelente número uno de los pleitos... y quizá un tanto torpe, pero no era tonto. Consideraba que su personalidad era tranquila, su actitud bastante genial y tenía sus momentos heroicos, pero la gente parecía un poco ajena a ello y le llamaban descuidado o adorable todo el tiempo. A veces pensaba que todo sería más fácil para él si poseyera, quizá, unos diez centímetros más de altura y más masa muscular. Pero, bueno, las cosas eran como debían ser, punto.

Levantó el Mojito que había pedido y lo bebió con tranquilidad para disfrutar la frescura, asintiendo por el gusto del ron combinado con la menta y el azúcar y la buena música que se emitía por los parlantes. Le gustaba esa canción, Twenty One Pilots había hecho bien en la composición de Car Radio, era totalmente su estilo y transmitía el desespero y la demencia que la letra expresaba. Su momento de apreciación musical se vio interrumpido al ser golpeado en la espalda por un sujeto corpulento que poca atención le prestó cuando le reclamó que tuviera cuidado.

—Imbécil —susurró, viendo al tipejo apoyar un codo sobre la barra mientras sus engreídos ojos recorrían el cuerpo entero del popular barman.

Kim Himchan.

—Y... ¿ya tomaste una decisión? —habló el tipo, su voz casi tan gruesa y arrastrada como la del novio de su mejor amigo, solo que menos atractiva—. ¿Vienes conmigo después del turno?

Jongup miró por encima de su vaso de vidrio que el pelinegro sonreía, tal vez disfrutando de su pretendiente, o burlándose de su actitud de superioridad. No sabía, con Himchan era difícil averiguarlo.

—Te dije que lo pensaría —respondió el moreno—, y eso me toma muchísimo tiempo.

—Vamos, bebé, no seas así, te deseo, te sentirás muy bien —suplicó el hombre, sus ojos ardiendo con hambre y su sonrisa de conquistador.

—Hmm, pero si-

—Solo di que no te atrae y asunto resuelto —lo interrumpió Jongup, para su propia sorpresa, y miró al sujeto—. Lo siento, amigo, este joven de aquí ama jugar con las personas —reveló—. Ve a buscar a alguien más antes de que sienta pena por ti.

El tipo frunció el ceño y miró al bartender, Himchan se encogió de hombros, tapándose la boca y soltando un inocente Oops que solo ofendió al hombre y le hizo alejarse de ahí. El castaño bufó, incluso la gente grande podía sentirse herida. Sus ojos viajaron a Himchan, quien lo observaba con reconvención por arruinar su flirteo a la vez que caminaba hacia él y se quedaba parado en frente suyo, brazos en jarra y una ceja arqueada. Jongup lo miró de arriba abajo y terminó su cóctel, fingiendo indiferencia.

—¿Por qué coqueteas si no te interesan? —quiso saber.

—Oh, ¿de nuevo te han abandonado? —contraatacó el moreno con una sonrisa.

El menor gruñó y puso los ojos en blanco. Desde que Junhong y Yongguk salían, había empezado a hacer más cosas solo, como ir al cine o pasar las noches de los sábados en el bar para desestresarse un poco. Youngjae le escribía muy seguido y le preguntaba todo el tiempo si quería salir a caminar por algún parque y charlaban de temas varios, lo cual agradecía porque disfrutaba de la compañía del mayor, aunque a veces tenía que enfrentarse a los celos de Jung Daehyun. Las últimas semanas había salido mucho con su nuevo círculo de amigos, pero al cabo de dos o tres horas las parejas llenaban de corazones y arcoíris el aire y él terminaba conversando con Himchan.

[B.A.P] «what one wants».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora