Capítulo 6

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Miércoles 25 de junio, 2014.

Habían pasado cuatro días y seguía pensando en lo mismo. Era su culpa, no tendría por qué estar tan cabreado. Él conocía las consecuencias y, aun así, había seguido adelante, ahora pagaba por su terquedad. Menudo masoquista, ¿no? Bufó.

Himchan observaba a su clase con ojos cariñosos, aunque por dentro ardía en furia. Es que... ¿Liarse con un chico heterosexual? Sólo Kim demente Himchan, Jesucristo. Se masajeó el puente de la nariz para amortiguar su decepción y tomó aire para no empezar a gritar como desquiciado y asustar a sus niños. Era su culpa, su culpa, su culpa.

«Tu culpa, tu culpa, tu culpa».

Mierda.

Sus ojos se aguaron y tuvo que incorporarse para asomar la cara por la puerta del aula y fingir que echaba un vistazo afuera. Se secó las lágrimas rápidamente y volvió a su lugar, a su amado escritorio de profesor. Sus alumnos se encontraban leyendo en pareja un cuento que les había puesto para mejorar su comprensión lectora, luego les pondría a responder algunas preguntas. Preguntas las cuales había dejado en casa y no recordaba. Procuró no preocuparse, los chiquillos eran listos, de todos modos. Pero era decepcionante que no estuviera haciendo bien su trabajo.

Gruñó.

—¡Chan sonsengnim! —Himchan pegó un respingo y miró al pequeño de cabellera oscura que le observaba ceñudo—. ¿Por qué estás distraído?

—Ah, Moon Junseok —sonrió hacia el niño y apoyó los codos sobre la mesa—. Tu maestro está muy cansado hoy —afirmó— y no se está concentrando bien, ¿quieres animarlo?

Jun asintió y rodeó la mesa para abrazar al mayor, éste rio bajito y lo cargó en sus piernas cuando el chiquitín no quiso despegársele.

—Eres muy mimado, Junnie, harás que tus compañeros se enfaden conmigo —habló, echándole un vistazo a los otros niños del aula, los cuales charlaban y hacían otras actividades diferentes a las que él les había puesto—, ¿no te consienten en casa?

—Jonghyuk hyung siempre está enfurruñado —Jun hizo una mueca—, papá trabaja todo el día y mamá es muy regañona —el mayor rio por las palabras del pequeño y le sacudió el lacio cabello negro. Levantó la vista hacia el hombre y buscó sus ojos—. ¿Por qué no estás preguntando por Jongup hyung? Creí que eran amigos.

Himchan rio, esta vez de forma incómoda, y negó con la cabeza.

—Él necesita... alejarse de tu maestro —le besó la frente—, soy una mala influencia.

Bueno, si lo miraba y analizaba mejor, entendía la razón de su enojo. Estaba molesto consigo mismo por engañarse y hacerse eso. ¿Por qué siempre se estaba dando ilusiones tontas? Él no era feo, estaba seguro de que era un buen partido, y muy amoroso, no era su culpa que nadie lo quisiera. Gruñó en su garganta. Odiaba tener esos pensamientos, ¡él tenía muy alta la autoestima!

Unas manitas le acariciaron las mejillas y su ceño, el cual estaba fuertemente fruncido, se relajó. Bajó la mirada hacia Jun, el chico sacudía la cabeza.

—Él necesita ver a Chan-nim —dijo, y Himchan trató de no mirarlo como si estuviera loco—. No deja de preguntarme por ti, tal vez tiene una tarea de universitario que necesita que le expliques. Sonsengnim es muy inteligente.

—E-espera, Junnie, más lento —abrió y cerró la boca, balbuceando, asimilando las palabras del menor—. ¿Qué ha dicho tu estúpido hermano, exactamente?

Jun sonrió ante el insulto sin protestas, se llevó una mano a la barbilla y asintió.

—Me ha mandado a decirte muchas cosas desde el lunes, pero siempre estás ocupado —hizo un puchero e hizo una mueca—. Olvidé todas las preguntas, las anoté en un cuaderno.

[B.A.P] «what one wants».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora