Hace unos años la idea de estar en tinder me parecía totalmente innecesaria. De persona desesperada, que necesitaba cualquier excusa coger.
Pero cuando corte con mi novio y me di cuenta que mi celular sonaba menos que el de mi abuela que falleció hace unos años la opción de tinder me empezo a parecer una buena idea.
Como dice el dicho 'en epoca de guerra cualquier agujero es trinchera' no sé si tendrá algo que ver pero siempre me gustó usar esa frase en los momentos en los que mi vida sexual va en caida (siempre está en caida).
Bueno.. me baje tinder, charla que va, charla que viene. Me empezó a gustar eso de que gente desconocida se interesara por mi, aunque ese interés sea totalmente falso. Pero que me importaba si el mio también lo era.
Pero me olvide del detalle que soy un ser demasiado intenso, que a la primer muestra de cariño ya estoy con el vestido y los anillos.
Empece a tener citas por tinder y la verdad que bastante malas pero aunque sea tenia el celular sonando y gente preguntandome 'como estaba' porque tinder no te podrá servir para tener una relación (aunque conozco gente que si lo logró) pero aunque sea no te hace sentir tan mal, no te hace sentir tan fea y tan sola cuando estas en una reunión con amigas y todas estan con el celular en llamas mientras vos cada tanto entras para cancelar la invitación que te mandó tu tia para las vidas del candy crush.
Y así empezo.. usar tinder solo para no sentirme tan sola en mi vida, aunque no en mi vida real, porque en esa seguía estando sola. Sino en mi vida online, ya no estaba tan sola, los matchs subían y ya me sentía Kate Middleton de tinder.