Gritos Mudos

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Esta carta va dirigida a ti, amor de mi vida, fuiste mis alegrías pero tambien mis peores tristezas. En realidad no se porqué razón escribo esto, tal vez sea el simple hecho de desahogar tanto sentimiento que llevo dentro.

Dolor, impotencia, soledad y más dolor es lo que llena mi alma en este momento, muchos gritos que quisiera sacar pero que los guardo para desahogarme de esta manera. Escribo esto derramando lágrimas por alguien que no me supo valorar; te puse por encima de mi aun sabiendo todos tus defectos, con la ilusión de que con el tiempo nuestra relación fuera más fuerte que todas las cosas que nos trataban de separar.

Te quise para amarte y te ame para cuidarte pero además te admiré, porque en mis ojos eras alguien especial, de quien me sentia orgullosa y con todas las ganas de mostrarle al mundo que ese hombre que veían junto a mi, era el amor de mi vida.

No sabes cuanto desee un futuro contigo; un futuro duradero e inquebrantable, intenté con todas mis fuerzas olvidar las peleas, dejar de lado cosas insignificantes que nos hacían discutir pero simplemente era inevitable que una y otra vez nos hiciéramos daño, como si fuéramos adictos a una droga, siendo esa droga todo el dolor que nos causabamos.

Me rompiste el corazon en muchos sentidos, tanto que creo que ya no caben más cicatrices. Nunca esperé de ti una infidelidad, me imagino que solo estaba ciega por amor, sin embargo al final fue otra pesadilla para agregar a la lista que lamentablemente se hizo realidad. Pensé que era suficiente para ti, por meses me convencí que era mi culpa, que tal vez no di lo suficiente de mi para ti, que no tenia el fisico que buscabas y que mis cariños no te daban el calor que necesitabas y que por esa razón fuiste en busca de otros brazos.

No supe cómo afrontar esa situación que, en mi caso, era la primera vez que me sucedía. Tenía tanta impotencia, tanta rabia, sentía que había fallado y no sabia la razon. Quería estar contigo pero algo me lo impedía, no lograba entender cómo alguien puede seguir adelante con una relación que se desmorona a pedazos por algun tercero, mas que todo creo que era una cuestión de orgullo.

Por amor decidí perdonar, decidí que una traición no podría con el amor que pensé que nos teníamos o al menos el que yo sentia por ti. Quería intentar, darlo todo, mejorar cada dia y que me vieras con el mismo aprecio que yo te veía a ti.

Sin embargo por más que desees algo con todas tus fuerzas a veces esas cosas no suceden, todo fue a peor, las discusiones, gritos, desacuerdos, insultos y por primera vez una agresión física que no esperé recibir de la persona que amaba.

Pasaron semanas donde tuve que esconderme para que las personas que me rodeaban no se percataran del golpe que tenía marcado mi ojo izquierdo. Tenía que contar otra historia totalmente distinta cuando alguien notaba lo que escondían mis lentes de sol pero.... por qué no contar lo que en verdad sucedió? Tal vez porque dentro de mí no quería que te metieras en problemas, no quería que mi mama te detestara por haber agredido a su niña pequeña y con todas las consecuencias que eso implicaría, no quería contarlo porque entre mi debilidad sabía que te perdonaria una vez más.

Creo que tocamos fondo sin darnos cuenta que llevábamos demasiado tiempo cayendo sin paracaídas. Otra vez otra ruptura, solo que esta vez parecía que todo en verdad había acabado. No nos llamamos, no nos vimos, no supimos más nada del otro. Pensé que con el tiempo me olvidaría de ti, que sacaría de mi cabeza al único hombre por el cual estaba dispuesta a dar todo; las primeras semanas fueron duras, como si estuviera un síndrome de abstinencia, estaba ansiosa, inquieta, irritable, mi cabeza no hacía más que pensar en ti, en lo que estuvieras haciendo, en que quizá mientras yo me partía la cabeza tú estabas superandome y viviendo un nuevo comienzo sin mi a tu lado; luego poco a poco mi mente se despejó y aunque pasó el tiempo de vez en cuando algo me recordaba a ti y hacía que extrañara lo que fuimos y que añorara lo que pudimos ser.

Pero... tenías que aparecer otra vez? Justo cuando me estaba acostumbrando a la idea de que no aparecerás más en mi vida, que tenía que pasar la página e intentar ser feliz con alguien que no sabía si podría existir, porque solo tú habías logrado que no tuviera ojos para nadie más. Llegaste y lo que menos quería era saber de ti otra vez, no quería más dramas ni más sufrimiento.

Apareciste con la excusa de que me extrañabas, que no podías dejar de pensar en mi y las cosas que hacíamos juntos, que solo me querías a mi a tu lado porque era especial, que sentías todo lo que pasó y pidiendo segun tu, una sincera disculpa, alegando que cambiarías y no querías que nada parecido sucediera de nuevo, que fuimos unos niños en una relación pero que ahora las cosas las manejaríamos como adultos. No lo quería creer, no quería convencerme de que todas esas cosas que me decías podían ser ciertas; ya no quería palabras vacías, queria hechos, acciones que me dieran a entender que en realidad luchabas por tener una relación sana y sincera.

Por un instante creí que algo era diferente de las veces anteriores; me conformé con un perdón y un simple abrazo, pensé que estabas un poco más calmado, más comprensivo, más cariñoso que cuando te conocí, creí que con esta oportunidad construiriamos una linda historia basada en esfuerzo, dedicación y sobre todo respeto. Pero no fue más que solo un espejismo en mi mente, porque de repente todo se derrumbó, volvieron todos los demonios que pensé que habíamos vencido. Nunca pensé en sufrir algo así; nunca imaginé que en algún momento creería estar cerca de una tragedia en la cual mi vida correría peligro, donde el hombre que amaba me decía entre golpes y gritos que quería asesinarme. Te miraba y no eras tú, no eras esa persona que tanto quería, fue como si dentro de tuyo hubiera alguien manipulandote sin dejarte poder reaccionar y volver en ti. No lo podía creer, estaba en shock, en crisis, me dolía el cuerpo donde ahora tengo múltiples hematomas, no respiraba con facilidad y hundida en llanto me preguntaba en mi cabeza..

-Acaso de esto se trata amar a alguien? Agredir físicamente y hacer daño emocional a quien se supone que es la persona que quieres para el resto de tu vida?

No conseguía respuesta, mi mente estaba nublada tratando de procesar todo lo sucedido, deseando que todo fuera una horrible pesadilla y que al despertar nada de eso hubiera pasado. Me sentía atada al lado de una bestia esclavo de tus impulsos, pero supongo que era de esperarse, lo que sucede una vez siempre sucede una vez más no es cierto? Quería que me dijeras que esto no había pasado, que lo olvidaría y que mañana solo sería un horrible recuerdo, aunque para ese momento solo sentía impotencia y a la vez pánico y miedo. Es que si tan solo pudiera daría todo porque entiendas un solo segundo de mi sufrimiento y que no se repita jamás un suceso como ese.

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. El amor suma y no resta, te hace querer ser una mejor persona para quien amas, en eso creo totalmente pero pienso que no es fácil para todo el mundo ponerlo en práctica.

Así te amé, loca y ciegamente, confiando en que me guiaras por el mejor camino sin miedo al daño que podía llegar a sufrir, te preferí a ti antes que a la gente que me rodea, te excusé ante los demás mil y un veces con la intención de protegerte de que no pensaran mal de ti; por ti, mi tiempo lo dejaba de lado tratando de poder estar contigo hasta en el momento más insignificante; por amor te perdoné, por el amor que te tenía es que no tenía ojos para nadie más porque eras la totalidad de mis pensamientos y sueños. Por amor estaba dispuesta a dejar mis gustos y actividades, buscando tu tranquilidad, creyendo que al hacer todo eso por ti de verdad te darías cuenta de que nunca podría existir nadie tan especial para mi como lo eras tu. Supongo que en eso tambien falle; falle en intentarlo una y otra vez; falle en luchar contra todo lo que se interponía; falle en conseguir el amor que pensé era el correcto para mi.

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