Escrito para los fans de Magická, una pequeña mezcla de historia y diccionario del mundo mágico.
La vida continúa aunque Devon ya no está, y los Strego se preparan para una guerra contra el pueblo del mar. Morgana se debate entre sus temores, sus de...
Debo llenar este Libro de Sombras del aprendizaje que he adquirido en el mundo mágico, así como hechizos, observaciones y pociones.
En cambio, sólo puedo pensar en Devon.
Han transcurrido tres meses. ¿Me recordará? A veces creo que su presencia fue un espejismo en mi vida, un encanto que se desvaneció una mañana cualquiera.
P.D. Myrddin se burla de mí. Dice que los Libros de Sombras no son para abrazarlos y suspirar, ni para dibujar corazones en ellos.
Juro que no he dibujado uno solo.
CAPITULO 1: ACERCA DE LAS BRUJAS
Lección 1: Las brujas nacemos con poderes. No los sacamos de una escoba, o varita mágica, o amuleto.
Por supuesto, en otra época las brujas usaban materiales naturales para incrementar sus poderes, canalizarlos, o para ayudarlas a realizar las proezas que se requerían (la palabra "proezas" la dictó Celesta, aunque para mí es un poco exagerada), sobre todo en combates mágicos.
Los materiales que usaban eran piedras, algunas plantas, cortezas de diferentes árboles; incluso algunas flores o tierra de otros mundos. Con ellos moldeaban amuletos o instrumentos, llaves, brazaletes como el que me regaló abuela Anu, collares como el de Devon, e incluso, sí... varitas. Pero esto era más una moda o una forma de asustar a las personas normales (al parecer, algunas brujas tenían un sentido siniestro del humor).
Las brujas modernas en cambio, desdeñan esta práctica por pensar que es arcaica.
Me pregunto cómo verán los brujos antiguos (como los miembros del Coven) nuestro mundo moderno.
El caso es que otro de los problemas con los materiales mágicos, es que alrededor de 1850, hubo una "Ruptura" (con mayúsculas) de los brujos con los entes del mundo natural: selkies, elfos, duendes y demás. Una especie de guerra cruenta, razón por la cual, los brujos no confían en los entes mágicos y viceversa. No sé las razones exactas (está en el capítulo ochenta de un libro groseramente grueso) y aún no he llegado hasta ahí.
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Los días pasan llenos de pruebas y más exámenes. Por supuesto, ahora todos nos preguntan cuáles serán nuestras especialidades.
Myrddin siempre dijo que amaría ser un cazador; al parecer, los cazadores eran en el mundo antiguo una forma de control no sólo de las criaturas mágicas rebeldes (como lo es ahora), sino que luchaban contra los magos oscuros que pretendían destruir a los clanes más pacíficos.
Muchos de los maestros cazadores que hemos conocido, lucharon en guerras que apenas podemos imaginar. Por eso, mamá ha tratado de disuadir a Myrddin de formar parte de ellos. ¿Qué haría un muchacho en esas contiendas? Mi hermano apenas si imaginaba los horrores posibles en el campo de batalla.
