-Apresurense golfas, el patrón pronto estará aquí y no quiero tener problemas en él solo por el simple hecho de que las putas no están listas a tiempo- Empezó a caminar en dirección a la salida- Por siento recuerden que si yo tengo problemas con el jefe ustedes tendrán problemas conmigo- Grito y advirtió un atractivo beta a un grupo de omegas para luego salir por la puerta chirriante por la que con anterioridad había salido.
El grito aumento la velocidad para prepararse de los omegas, hombres y mujeres, niños y niñas corrían de un lado para otro apresurandose a arreglarse poniéndose vestidos, tacones, maquillándose y peinandose, hacían todo de manera rápida para impedir un aumento en el coraje del beta. Ya conocían su escaso temperamento del beta y sabían que no mentía al momento de amenazar, era capaz de matar a la persona que dañará su reputación ante el patrón.
Los dos diminutos espejos de tocador estaban rodeados de omegas que se estaban maquillándose y se peliaban por conseguir que su reflejo se viera en el espejo, reñian y discutían sin llegar a mayores ya que entre ellos habían acordado que nunca se harían dalo, al contrario se defenderían de cualquiera que intentara hacerles daño.
El pequeño grupo de omegas estaba formado por 17 omegas, de los cuales 16 de ellos ya tenían más de 23 años, estos ya tenían experiencia en complacer a los clientes, como seducirlos, como tratarlos para que los elijan y así poder salvarse de las tundas, un castigo que recibían los que no con conseguían la cuota. Nadie sabía cómo eran los castigos ya que sólo uno de ellos los recibía.
César, el Omega más hermoso del prostíbulo, se encontraba en su cama, pegado a la pared con las rodillas abrazadas sobre su pecho y mesiendose de enfrente hacia delante. Odiaba este momento del día en el que tenía que prepararse para ir a verder, sin mucho éxito, su cuerpo. Siempre era lo mismo: Conseguía a un Alfa y este lo despreciaba. Ya se había cansado de que no lo quisieran y, a consecuencia de ello, lo castigarán.
Los recuerdos de su castigo de ayer le vinieron a la mente ocacionandole que escondiera la cara en sus rodillas y se lastimara la cara. Su cara tenía moratones donde quiera y un tremendo corte en su ceja derecha. Ya se había puesto varias capas de maquillaje y aún así los moratones no se borraban aunque sea un poco.
"Sin moretones no consigo que ningún cliente se acueste conmigo, con la cara toda amoratada haré que todos los clientes salgan corriendo del prostíbulo"
Piensa el hermoso Omega de ojos rosas.Un estruendo saca de sus pensamientos al chico y provoca un gran alboroto en el lugar. El grupo de omegas están incontrolables, corriendo con más prisa para terminar de arreglarse, dando los últimos retoques a su vestuario, a su calzado, peinado o maquillaje.
El bello Omega de ojos rosas y pelo castaño solo miraba todo el alboroto desatado en el lugar puesto que ya estaba listo desde antes de que el beta viniera a apresurarlos. No le gustaba y le aterraba la idea de ganarse otro castigo por no cumplir y no estar preparado en el momento en el que se les indicaba, es una idea que le causaba temblores del miedo.
El oji-rosa no tenía que arreglarse mucho para verse espectacular, incluso con su ropa de dormir y recién levantado se veía tan hermoso. Hoy solo se había peinado su rebelde cabello castaño que le llegaba hasta los hombros, haciéndose su característico flequito hacia la derecha. Se veía más pálido de lo normal, por la cantidad excesiva de maquillaje que se había puesto para ocultar los moratones de su rostro, sus facciones femeninas cautivaban a cualquiera alfas y betas o incluso omegas.
Pero existía en el algo, no era un defecto no era algo malo, ese "algo" era el causante de que los alfas lo rechazaran y eso ya le estaba artando. El pequeño Omega de 16 años solo queria irse de ese lugar.
Cuando el beta entro de nuevo en el cuarto el alboroto paro y todos en el lugar quedaron en shock al ver que detrás del beta venía el líder y dueño del lugar. El gran Alfa de la manada del sur, el gran Jonh Prescott, quién gobernaba un poco menos de la mitad de la ciudad y su manada es una de las más poderosas de las cuatro que existen. Él es el causante de que el Omega castaño y de ojos rosas este en ese lugar.
ESTÁS LEYENDO
FIRE
WerewolfToda persona sueña con encontrar al amor de su vida, formalizar una relación, casarte con ella, tener un montón de hijos y vivir felizmente hasta que la muerte los separe. Todos quieren encontrar a esa persona con la que estés dispuesto a hacer cual...