Porque lo creemos

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Últimamente sueño con mi padre, con mi hermana, mi madre y lo que solíamos ser antes de que la espesa niebla color rosa se disipara abruptamente.

No fue fácil ver la verdad de lo que hacíamos, igual no importó, hábitos son hábitos.

Pecador es pecador.

Siempre tendemos a ver lo bueno y positivo, porque es más sencillo que detenerse a analizar la cruda realidad que nos rodea ¿cierto?

Podría decirte y contarte directamente lo que he hecho, lo que me hicieron o hicimos, pero la diversión se perdería.

¿O no te gusta cuando vas a contarle un secreto a tu amigo y se detiene el tiempo? Ves en su rostro la curiosidad, te sientes importante, tienes toda su atención, sus sentidos completos están en tu poderío.

Y eso que sientes, esa satisfacción, es lo que te hace no muy distinto a mí.

Podrás pensarte y creerte buena persona; porque ayudas a los demás, acudes al llamado de auxilio o quizá eres altruista.

Permíteme la osadía de bajarte de tu nube paradisíaca, no existe tal cosa como el altruismo.

Pero queremos tener fe, ayudar sin esperar nada a cambio es lo mejor para el alma, te deja la conciencia limpia y puedes dormir tranquilo a cambio.

Yo duermo mejor cuando demuestro la realidad de tu mundo al que tal vez adoras. Mi conciencia está pútrida. Pero no pienso en un futuro ideal para la humanidad. 

Te odio demasiado. Y no porque me hayas hecho algo malo, sino porque aún es pronto para que entiendas realmente que significa el título de ésta historia. Pronto para que comprendas porque te odio, tú que estás buscando algo para matar el aburrimiento y lees esto. 

No sabes cuanto me alegra que estés aquí, viendo mis palabras, un humano tras la pantalla de un aparato electrónico, que típico.


m O r b I dWhere stories live. Discover now