El regresar del zorro a la Hoja

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Antes de comenzar quiero decir algunas cosas. Primero, sobre la otra historia, la primera que hice. La dejare por ahora en pausa ya que no tengo ideas para seguirla. Segundo, sobre esta historia. Haré las partes mas cortas ya que si no la quemare demasiado rápido y me quedare si ideas como en la anterior. Tercero, por ahora solo actualizare una o dos veces por semana ya que mi horario se esta empezando a llenar de exámenes. Sin mas comencemos con este nuevo fic.

Desde la entrada de Konohagakure no sato podemos ver a una persona encapuchada acercarse hacia la puerta. Parecía tener al rededor de doce años, media 1,53 y por su forma de caminar y complexión se podía decir que era un chico con entrenamiento shinobi. Cuando la persona estuvo delante de la caseta de los guardias que como siempre estaban dormidos, los anbu escondidos allí puestos a vigilar y hacer el trabajo de los guardias pudieron ver mejor quien era, aun que solo se hicieron una idea ya que la capucha le cubría los ojos y la mayoría de la cada dejando ver solo unas tres marcas en cada mejilla parecidas a las de un zorro o gato. De la capucha salían algunos mechones rojos como la sangre que le cubrían los ojos, pero se podía apreciar un destello azul-acero entre los mechones. El encapuchado suspiro y entro en la aldea, pero noto que uno de los anbu lo seguía. El sujeto misterioso se dirigió hacia la torre del hokage. Cuando entro en la torre se fue hacia la secretaria.

Buenos días señorita, esta Sandaime-sama disponible? ~Pregunto el encapuchado extrañando a los anbu cercanos y a la secretaria.~

Perdone, pero Sandaime-sama se retiro hace un par de meses ya que inexplicablemente Yondaime-sama con su familia regreso. ~Dijo la secretaria que parecía no ser mayor de los veinticinco años, el encapuchado parpadeo un par de veces algo notado por la secretaria, mientras que los anbu notaron que el hombre misterioso se tensaba.~ Si quiere puedo decirle a Yondaime-sama que lo quiere ver. ~Propuso la secretaria.~

Ya veo... No hace falta, ¿pero me gustaría saber donde esta Sandaime-sama?, tengo algunos asuntos personales que tratar con el y solo el sabe por que estoy aquí. ~Dijo y pregunto el encapuchado~

~La secretaria miro discretamente detrás del encapuchado y vio un anbu que le asintió.~ Bien, Hiruzen-sama esta en su casa en estos momentos y si no se encuentra allí seguramente estará dando un paseo por la aldea. ~Respondió la secretaria y el encapuchado asintió y agradeció retirándose.~

El encapuchado camino por la aldea ganándose miradas sospechosas de de los shinobi y civiles, con la excepción de alguna que otra chica o mujer que lograba ver sus ojos azul-acero que no mostraban nada mas que madurez, sabiduría, experiencia y frialdad excitando a esas pocas mujeres afortunadas de poder verlos. Cuando llego a la casa que mas bien parecía una mansión del Sandaime Hokage toco la puerta y espero un poco, cuando sintió que alguien se acercaba se quito la capucha mostrando su pelo rojo como la sangre que estaba liso y le llegaba hasta la nuca con su flequillo peinado hacia la derecha casi tapándole el ojo derecho, sus ojos azul-acero que mostraban los mismos rasgos que vieron aquellas pocas mujeres afortunadas, su cara que no tenia casi ningún rasgo de grasa de bebe junto a sus tres marcas en cada mejilla parecidas a las de un zorro o gato. La puerta se abrió y se dejo ver a Hiruzen Sarutobi el kami no shinobi y el profesor entre otras cosas mas. 

N... Naruto? ~Pregunto en un tartamudeo el Sarutobi al ahora conocido como Uzumaki Naruto el cual asintió. El Sandaime estaba en shock. El niño al que le había dado permiso de irse de la aldea para su propia seguridad había vuelto, el niño al que considero como su nieto. Si no fuera por su cabello rojo y ojos azul-acero que nadie mas en esta aldea tenia ni sus "padres o hermanos" los tenían de ese especifico color.~ Naruto que haces aquí? No dijiste que te ibas por que ya no soportabas la aldea? ~Pregunto el ojinegro Kage al ojiazul-acero Uzumaki el cual anintió.~

Naruto: Kitsune no sanninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora