Un Pequeño Trato... [Frans]

Prólogo.

Iba tarde, muy tarde.

¿Qué pasó por su cabeza cuando dijo que sí?. Tenía 12 años apenas, ¿Qué sabía ella acerca de ser una embajadora?, ¡Nada!.

Y aún ahora, 8 años después sigue sin poder levantarse a tiempo de la cama antes de una conferencia a nivel global acerca de los crímenes cometidos contra los monstruos en la guerra contra los humanos.

Creo que estás algo perdido, ¿No?. Pongamos un poco de contexto:

La chica que se encuentra corriendo por la calle con el cabello húmedo y una dona casera recién comprada en "muffet's" es Frisk. La pequeña gran salvadora de los Monstruos que en su infancia había roto la barrera que por décadas había mantenido a los monstruos bajo la superficie, específicamente: en el monte ebott.

Luego de aquella aventura y ser considerada un ángel, aceptó ser la representante legal de los Monstruos en el nuevo mundo frente a los de su especie, aunque realmente ella no sabía nada de política era la cara visible de todos los movimientos que pedían y llevaban a cabo los monstruos.

Fueron inicios difíciles, sus padres exigieron nuevamente a su hija, quién obviamente se negó e hizo todo lo posible para quedarse con su "mamá toriel". Jamás se dejó saber públicamente el porque Frisk cayó alguna vez o el porque se quiso negar, se especulaban abusos familiares pero nunca se halló prueba o indicio de ello. Fue simplemente un misterio.

Luego de ello y pasando los años se exigió la aceptación y protección de los Monstruos a nivel global, pelea por la cual ahora estaba corriendo al congreso... Pero a pesar de la importancia iba tarde, estaba a 3 horas solo a pie y el tráfico era mala opción.

... Estaba pasando un mal rato.

Se preguntó para sus adentros si sería buena idea usar su punto de guardado de anoche para madrugar como se debía.

Oh sí, su determinación aún la hacia poseedora de aquel poder.

Juro, juro y juro una vez más, a ella misma, a su familia, a Sans, a flowey y a un posible Dios que no volvería a jugar con el espacio-tiempo y la realidad física para sus caprichos... Pero bueno, Rompió esa promesa apenas un día después de hacerla cuando se le cayó un jarrón. Ahora hablaban de relaciones humano-monstruo, no se podía dar el lujo de dejar el destino a su suerte esta vez.

Se detuvo jadeando para entrar entre bloques de tiendas cerradas y sin público abriendo el panel de control...

— Hey, Kiddo.

... Ahora SÍ que pasaría un mal rato.