Tonight

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La música estridente y las luces de colores estaban logrando que Erwin perdiera el equilibrio un poco con cada paso que daba hacia la barra, obligándolo a disculparse con las personas a las que empujaba en su camino. Lo único que quería era llegar, pedir otra bebida y poder sentarse un rato, lejos del bullicio de la pista de baile, donde cientos de cuerpos se movían de forma hipnótica y chocaban entre ellos.

No había forma de saber a quién pertenecía cada extremidad que lograba ver; Erwin rió animadamente ante el pensamiento de aquella multitud convertida en una masa amorfa llena de brazos y piernas, bailando como si se tratara de una gelatina. Tal vez Mike tenía razón, ya estaba demasiado ebrio como para pensar con claridad. O quizás era culpa de esas curiosas pastillas que Hanji le había dado poco después de que llegaron para, según ella, ayudarle a calmar los nervios.

Pero cómo no iba a estar nervioso, no solo era la primera vez que iba a uno de esos lugares, sino que, además, sus amigos habían elegido ir al Diva House, la discoteca queer más famosa de la ciudad, ya que supuestamente el ambiente era excelente y las bebidas deliciosas. Claro que Erwin no tenía problema con eso, pero en las casi cuatro horas que llevaban ahí ya había tenido que rechazar al menos una docena de invitaciones de hombres que querían "hacerle pasar un buen rato". Necesitaba un respiro.

En su camino a la barra, ni siquiera se molestó en voltear para asegurarse de que sus amigos le siguieran. Había visto a Mike desaparecer entre la multitud un rato antes y Hanji se encontraba bailando tan animadamente que ni siquiera se molestó en avisarle que se iría; sin mencionar que había tomado tanto que no estaba seguro de poder reconocerlos aunque chocaran de frente contra él. Volvió a reír, no recordaba haber tomado tanto nunca antes.

Tan solo le faltaban un par de metros, tal vez un poco más, para llegar a su destino; ya podía ver las botellas y copas adornando la pared detrás de la barra, pero entonces alguien le cerró el paso. Ya antes se había encontrado de frente con algunas personas, que bailaban sin percatarse de que estaban en su camino, pero Erwin solo se hacía a un lado para esquivarlas pues no le apetecía bailar más. Sin embargo, algo fue diferente esta vez, pues el chico que le había cerrado el paso ni siquiera estaba de frente a él y aun así Erwin fue incapaz de esquivarlo.

Su cuerpo delgado se movía seductor al ritmo de One Kiss, su cabello oscuro se agitaba con sus movimientos, y Erwin no pudo evitar recorrer su cuerpo entero con la mirada, deteniéndose en su estrecha cintura, que le hizo pensar que tal vez se trataba de una chica, por un instante antes de finalmente posar sus ojos en el trasero de aquel chico, que se sacudía provocativamente frente a él, como invitándolo a tocarlo.

El otro parecía no haber notado su presencia hasta entonces, pero en el momento en que se dio la vuelta y se encontró con la penetrante mirada del rubio, detuvo sus movimientos por un momento, solo un instante, pues de inmediato le sonrió antes de volver a lo suyo, esta vez acercándose a Erwin y bailando frente a él. Para él.

Sus sensuales movimientos hicieron que Erwin se olvidara por completo de su objetivo inicial, también de su lado racional, pues aquel chico le estaba seduciendo con ese roce de su cuerpo contra el suyo y él no iba a permitir que las cosas se quedaran así. Tal vez era el alcohol nublando su mente, o quizás era el ambiente, pero en el momento en que Promises comenzó a sonar, Erwin pegó su cuerpo al del chico, aceptando su "invitación" a bailar mientras se permitía posar sus manos en las sensuales caderas ajenas. Su nuevo compañero era varios centímetros más bajo que él, pero Erwin tenía que aceptar que encajaban a la perfección.

Are you drunk enough?
Not to judge what I'm doin'

El otro pareció complacido por tener sus manos encima, pero en cuanto comenzó a moverse, Erwin perdió el control de su cuerpo a causa del alcohol, provocando que se apoyara en el pequeño cuerpo contrario más de lo que hubiera querido.

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