El problema de un piso pequeño era que no podías decorarlo para Halloween como Dios manda. El rellano era compartido, así que llenar la entrada del piso con calabazas horripilantes había quedado descartado. En su lugar, había pegado con celo a la puerta unas recortadas en cartulina naranja y para que no quedase tan soso, unos murciélagos de cartulina negra. En el interior se había conformado con encender un par de velas de cera con forma de calavera, que se habían deformado y apagado en menos de cinco minutos. No tenía ni punto de comparación a como lo celebraban en casa. Su madre era una artista de la decoración, conseguía que hasta usar el baño te diera repelús. Pero era lo que tenía independizarse, que empezabas desde el nivel cutre y te tocaba a ti sudar para ir subiendo.
Se tiró sobre el sofá, ignorando los crujidos de protesta del mueble. Sus dedos volaron por el móvil, escribiendo con una mano mientras con la otra manejaba el mando a distancia en busca de algo decente que ver en la tele a pesar de que sabía que en Halloween, la programación solía apestar. Los mismos programas de refritos sobre creepypastas de cartón, los anuales recopilatorios de supuestos fenómenos paranormales captados por cámaras de vídeo y las largas sesiones de películas insulsas que, en el mejor de los casos, te ayudaban a conciliar el sueño.
Él ahí, más aburrido que un muerto en su propio velatorio, y su novio Rob haciendo horas extra. Era con él con quien trataba de establecer contacto a través de la mensajería instantánea.
Corcorey, 20:13:«Me aburro ¿cuánto vas a tardar? Di le a tu jefe que es un capullo y ven aquí, que es Halloween ¡por todos lo santos! ¿quien trabaja en la fiesta más importante del año? Los pringados, esos lo hacen. Ven o te pongo los cuernos con el vecino.»
PerfectFuckBoy, 20:15:«Con cual de ellos? Miller el cincuentón de los gatos con problemas de contención de orina o el que está casado pero no vive con su mujer por cosas de la vida?. Lo estoy intentando, pero necesito terminar esto o tendremos que aplazar el viaje...»
Corcorey, 20:16:«Ser pobre es un rollo ¿y si nos hacemos supervillanos y robamos bancos? Los supervillanos siempre tienen pasta y esbirros, pero contratemos de los que valen para algo, paso de esos más tontos que el asa de un cubo»
PerfectFuckBoy, 20:20:«Ya tienes algo con lo que entretenerte hasta que llegue a casa. Busca en la sección de contactos del Tinder esbirros que quieran ser contratados para la dominación mundial. Tengo que cortar, mi compañera lleva un rato mirándome mal por estar con el móvil. Vendré pronto, mantén el sofá calentito para mi»
Corcorey, 20:21:«Vale, pero que conste que como tardes pediré la cena, me la zamparé entera y te tocará comer restos».
Y hablando de comida... Corey estiró la mano que tenía libre para alcanzar el bol lleno de pistachos que había sobre la mesa. En la pantalla de la televisión sonó un trueno y Bela Lugosi, con su famosa capa de vampiro, comenzó a entrecerrar y abrir sugestivamente los ojos, tratando de conquistar y atraer al lado oscuro a una pobre muchacha que no hacia más que lucir palmito desde su primer minuto en pantalla. Empezó a reírse, se iba comiendo los pistachos poco a poco, mientras no dejaba de pensar en lo ridículas que eran todas esas películas sobre vampiros, hombres lobo, y otros seres sobrenaturales. Todas cortadas por el mismo patrón de acontecimientos, todas igual de aburridas. Al menos con las antiguas te podías echar unas risas, pero las modernas... Las modernas eran basura de la buena, olían a kilómetros de distancia desde el momento en que veías el cartel promocional y te quedaba claro de que iba todo el asunto.
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Halloween Diet
HorrorPedir comida a domicilio, ver unas películas, acurrucarse en el sofa con su chico y follar como conejos. Un plan simple para la Noche de Halloween. La única noche del año en que merece la pena saltarse la dieta.