let me help you.

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Según JiSung, la vida era una jodida mierda. Y tal vez tenía razón. Su vida se había arruinado a una edad tan temprana que él ya no podía ver motivos para seguir con esto.



Tan sólo tenía dieciséis años, pero su vida estaba tan podrida como un cadáver. El destino se encargó de arruinarlo lo más pronto posible, porque según él, lo odiaban. Desde pequeño que sufrió problemas que hasta el día de hoy seguía sufriendo las nefastas consecuencias. Era terrible, parecía como si la vida odiara a toda su familia y la mala suerte (mejor dicho, las desgracias) fueran hereditarias, como si estuviesen en su sangre. Primero su padre, que fue declarado desaparecido hace ocho años, cuando él solo era un niño, y que, hasta día de hoy, no se supiera nada de él, ni de su rastro. Era como si se hubiese evaporado, porque hay muy pocas evidencias de su huida, y éstas eran tan poco factibles que mucho no se podía hacer. Por culpa de aquello su madre cayó en una gran depresión que, era gracioso, porque parecía ser contagiosa. Solo fue cuestión de tiempo para que a él también se la diagnosticaran, y es que ver a su madre ahí, sufriendo era desgarrador. Ella se esforzaba para que JiSung no la viera llorando a mares, pero en el silencio de la noche él podía escucharla sollozar por su amado que un día se fue sin decir nada y nunca más regresó. Desde niño que a JiSung le tocó difícil, y era por eso mismo que a día de hoy era alguien amargado y duro, casi insensible por fuera, sin embargo, por dentro era un como un vaso agrietado y frágil que estaba a punto de romperse. Su corazón estaba dolido y enfermo de tanta tristeza, y ya no le quedaban fuerzas para seguir latiendo, ni tampoco le quedaban motivos.



Era como un círculo vicioso: cuando estaba a solas en su cuarto, a las cuatro de la madrugada sin poder dormir, era cuando se cuestionaba su asquerosa vida y se sentía de lo más deprimido, convencido cada vez más que dejar esta vida era lo mejor, pero luego estaba la retracción, en donde pensaba en las posibles consecuencias: primero estaba su madre, no quería dejarla sola, ni mucho menos más destrozada de lo que ya está, si es que eso es posible. En segundo lugar, estaba su... no, no hay segundo lugar, ya no existe. Y en tercer lugar, estaba la incertidumbre de conocer qué era lo que había en el más allá. Muchos dicen que los que se suicidan se van al inframundo, porque se quitaron la vida antes de que Dios dijese lo contrario. Se basan en la idea de «Dios da, y Dios quita.» Si Dios te dio la vida, él mismo te la quitará, porque él es el dueño de tu vida, no tú. JiSung no era religioso, pero no iba a negar que esas ideas locas de los cristianos le daban algo de temor. Otros también dicen que quienes se suicidan, se quedan en un intermedio entre la tierra y el cielo, y que sus almas se quedan deambulando, sollozando y lamentándose el haberse quitado la vida. No iba a negarlo, tenía miedo, demasiado.



La noche de Halloween estaba siendo adornada por una tenue lluvia que le daba un toque más sombrío a la noche, pero también melancólico, al menos para JiSung. La vista de la ciudad estaba siendo opacada por las gotas de lluvia cayendo a la ventana, al mismo tiempo que los ojos de JiSung se cristalizaban y dejaba escapar algunas lágrimas. Su corazón se encogía de la rabia, la impotencia y la tristeza que crecía paulatinamente. Él, antes de que todo se fuera a la mierda, tenía un motivo, y ese motivo era el por qué aún seguía con vida, y tenía nombre: Zhong ChenLe. Ese chico fue quien apareció para darle una mano, y abrazarlo para consolarlo y no soltarlo más. Hasta ahora. ChenLe no aguantó más y dejó a JiSung, diciéndole y escupiéndole en la cara toda la pena que daba por hacerse la víctima, por siempre andar deprimido por estupideces, y por siempre ser el debilucho dependiente de todos. ChenLe ya no lo miraba con ojitos brillantes, ya no le sonreía, ni mucho menos le regalaba aquellas caricias tan lindas y tiernas de hace un tiempo. De un día a otro cambió y lo dejó, como flor pisoteada.

the sleep executioner ー chensungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora