No tan enemigos

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- ¿y... ahora qué hacemos Sasuke, te puedo llamar así cierto? - Este era Naruto tratando de establecer confianza con el moreno que lo miraba con cara de ni siquiera respires cerca de mi. Porque era así, Sasuke no había estado de acuerdo en ser la distracción de Naruto cuando llegara, su madre se lo había ordenado a cambio de darle mas tiempo para que llevara a la rubia a casa, ¡su madre estaba obsesionada con conocerla! Esto no podía ser así a él no le interesaba la rubia, eso lo tenía claro, ¿cómo podría interesarle una chica tan poco femenina? Ni en sus sueños mas locos... Bueno en realidad nunca se había interesado en nada mas allá del sexo, los sentimientos solo eran una pérdida de tiempo innecesaria. Aun así su madre se había obsesionado con que ella era la indicada porque era la primera vez que llevaba a alguien a dormir a la casa.

- ¿Porqué me preguntas a mi? - Definitivamente no iba a colaborar, mientras tanto, nuestro impulsivo rubio estaba buscando paciencia en lo mas profundo de su ser, tenia que actuar con moderación porque Sasuke ya conocía su carácter explosivo y no tardaría mucho en atar los cabos sueltos.

- Amm.... ¿Porqué esta es tu casa? Además no es que yo quiera estar contigo sabes que es cosa de muestras madres. -

- Bien. Vamos. -

- Espera, ¿a dónde vas? De veras. -

- A mi habitación. No toques nada. - ¿Qué acababa de pasar? ¿Acaso Sasuke lo llevaría a su habitación?, ¿Para que quería llevarlo allá?, ¿Acaso ya lo había descubierto? Estas y muchas otras preguntas rondaban la cabeza del rubio quien no sabía si seguirle el juego o escapar rápido de ahí. Al final opto por seguirlo escaleras arriba, todo estaba como lo recordaba, excepto por la mesa que había destrozado hacía un par de noches, sin embargo, esta ya había sido reemplazada por una nueva así que no  tendría que pagarla... Al menos no a la brevedad en caso de que al moreno se le ocurriera cobrarla.

Ya en la habitación, Sasuke simplemente tomó un libro y se sentó junto a la ventana mientras lo ignoraba sabiendo que estaba parado ahí cerca de la puerta por la que hace poco ambos habían entrado. Así que Naruto, sin mas que hacer, se dedicó a ver cada detalle de la habitación, aunque no tenia mucho que ver porque ya la había visto antes y el moreno era muy casual para la decoración, nada de adornos y apenas un par de fotos.

- Amm.. Sasuke, ¿... Me puedo sentar? -

- No. - El rubio casi se cae de la impresión. -

- ¿Cómo que no? ¿Porqué me trajiste aquí si me ibas a ignorar, sabes que?me pondré cómodo aunque esta sea tu habitación, de veras! - Sin mas que agregar, el rubio que había tratado de estar calmado como cinco minutos atrás acababa de olvidarse de todo eso para acostarse en la cama del moreno y acomodarse en ella como si se tratara de la suya.

- Levanta idiota, no quiero que duermas ahí. Es mi cama. -

- Pues ven a obligarme bastardo, de veras, apuesto a que no te atreves. - Sasuke que no entendía como ese rubio podía ser tan irritante estaba tentado a tirarlo por la ventana, nadie tenia porque dormir en su cama, desde niño había dormido solo y no le gustaba que nadie se acostara en ella, ¿Cómo era posible que en menos de una semana dos rubios ruidosos lo hayan hecho? Aunque claro, la rubia  había sido cosa suya pero el rubio simplemente era un impertinente, había que poner las cosas en su lugar. Así que Sasuke se levantó de su silla para dirigirse a la cama en la que se encontraba el rubio muy cómodamente acostado y le jaló el tobillo haciéndole caer al piso.

- ¡Ahhhh! ¿Porqué hiciste eso, maldito bastardo? -

- Nadie se mete en mi cama. -

- ¡Ni que me la fuera a llevar! ¿Qué acaso no vez que no hay mas sillas en este cuarto?. -

El sol en la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora