No vivos, no muertos #EdenHalloween2018 #OjoPorOjo

Capítulo Único

La sensación en el cuerpo era incómoda y dolorosa.

Dolorosa por una sensación punzante en la parte trasera de la cabeza y como su alguien le estuviera golpeando en la frente constantemente con una piedra, el dolor de todas sus articulaciones como si hubiera estado horas en una sola posición inadecuada.

Y era incómoda porque su cuerpo se sentía pesado, frío, quería gritar con todas sus fuerzas en ese instante pero lo único que podía hacer era nada. Sentía párpados pesados y pegajosos, como su hubiera estado llorando, un segundo... Ahora lo recordaba ¡Claro que lo recordaba! ¡Era su propia familia la que había estado con él, momentos antes!, una familia destruida por su orgullo y sus problemas:

Recordaba que había llorado cuando vio a su hijo Joseph ser degollado frente a él y su esposa, siguió llorando mientras intentaba salvarlo, intento salvarlo y seguramente estarían ambos juntos y a salvo más sin embargo las palabras de su esposa:

— Tú lo mataste.

— Cállate

— Lo que enfureció al presidente de Quarac, quien mandó un agente para matarte pero el agente no te pudo encontrar. Tú estabas en Camboya... salvando a tu hija... no nuestra hija... la tuya... tú... y tú prostituta china, así que el agente secuestro a mi hijo.

— Que dejaste solo en casa.

— "Llámame Deathstroke" Yo no tenía ni idea de que era un "Deathstroke" Hasta ahora Slade Wilson, Slade Deathstroke

— Los paramédicos ya vienen, podemos discutir sobre quién tuvo la culpa después.

— No... Creo que lo resolveremos ahora

Esa maldita perro le había disparada por la nuca, ni siquiera su habilidad de regeneración lo habría salvado del disparo... pero sabía que estaba vivo, a al menos estaba esa pequeña posibilidad.

El tan solo recordar eso, que la maldita de Adeline le prohibiera y de esa cruel manera salvar a su hijo le lleno el corazón de odio, odio que recorrió cada milímetro de su cuerpo, instalándose principalmente en su pecho y en su garganta la cual estaba lista para gritar.

Sintió una dureza en sus pies de la cual se apoyó para erguirse sintiendo ahora como estaba en agua, en una muy fría a decir verdad, también sintió un par de manos grandes rodear sus canillas jalándolo del agua y cuando sintió el rostro fuera del agua solo grito.

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Cuando salió de aquellas aguas tenía ambos ojos vendados, estaba asustado, sin saber dónde estaba realmente y cómo estaban sus hijos, más sin embargo una voz masculina y grave le había quitado por arte de magia aquellas preocupaciones.

De hecho ya habían pasado siete días desde que "despertó" y siempre que intentaba quitarse la tela aquellas mismas manos lo detenían a mitad del camino.

Cada vez que intentaba caminar, las manos lo regresaban a la cama donde se había quedado, siempre que intentaba hacer algo las mismas manos lo regresaban a su lugar.

Si hubiera sido por el habría se habría negado todas esas veces, habría escapado más sin embargo algo en sí mismo reconocía a esa persona... como su salvador, como su ángel, su protector, alguien con quien estaría totalmente seguro, en donde todos los problemas del mundo se desvanecían... y eso... eso le gustaba a Slade.

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