Prólogo

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Y ahí estaba por primera vez, tirado en el pasillo de un hospital, en el fondo del colapso tratando de detener las lágrimas que salían sin permiso, tratando de respirar, tratando de que no doliera más. Me ardía el pecho, los ojos y el corazón. Para ser sinceros, todo me dolía, era un dolor agrio, áspero, de esas veces que en realidad quisieras arrancarte el corazón.

Nadie te dice cuando te quitarán lo más preciado. Supongo que desgraciadamente o afortunadamente Dios lo hace para que valores cada segundo de tu vida. Pero los humanos somos tan soberbios que olvidamos eso por completo.

Tenia una vida maravillosa, por fortuna tenía a toda mi familia conmigo, un puesto que amaba, una prometida envidiable, familia perfecta, buena posición económica, en realidad todo estaba bien. Hasta que llegó ella.

¿Qué se supone que pasa luego de que la persona que más amas te ha mentido?

¿Qué se supone que se debe hacer cuando ya no hay marcha atrás?

Mi mente, mi cuerpo y mi alma no pueden ante esto... y yo tampoco.


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