Estaba en el pasillo cuando te encontré leyendo la nota, pasé por tu lado
-Genial, ahora eres bromista?
-¿Disculpa? - dije como si no supiera de qué hablabas
-Lo siento, algunas veces hablo solo, creo que necesito un psicólogo adiós - te fuiste casi corriendo, me hiciste sonreír, hablas solo desde el momento del accidente, siempre supiste que tenías a alguien a quien contarle pero no estaba.