Diario De Un Ninfo

Sexo en el aula

Mientras el profesor de inglés, Euriel Martínez, Licenciado en Lenguas; explicaba la voz pasiva, Henry pensaba en lo pasiva que era. Puesto que jamás había utilizado su pene para dar placer; sin embargo su precioso trasero era motivo de delirio para muchos que no se resistían a su sensualidad. No podía dejar de admirar el cuerpo del profesor, mientras su pene como roca debajo de sus pantaloncillos empezaba a babear; Henry descaradamente pasaba su mano derecha por encima del pantalón. "Tiene que ser mío" se decía Henry en su mente mientras admiraba el cuerpo de su profesor que daba por concluida su clase.
Luego de todos salir del salón, Euriel notó que Henry permanecía sentado en su butaca - Ahh Henry por qué no has salido aún? Preguntó el profesor. - Sólo quería que me explicara un poco más el tema profe, es que no entendí muy bien. Respondió Henry, parándose de su butaca y caminando hacia el escritorio de Euriel.
El profesor estaba explicando mientras que Henry lo miraba fijamente a los ojos, lo que hacía que se sintiera un poco incómodo; pues como todos, sabía que henry era gay y conocía muy bien su fama de chico depravado que giraba en toda la escuela.
- Usted es irresistible profe. Habló Henry dejando a Euriel algo desconcertado. - Perdón? Replicó el profesor, estando totalmente consciente de lo que había oído. - Usted es todo lo que cualquier persona desearía en un hombre. Es guapo, es... -Disculpa Henry, creo que estás excediendo los límites de una relación alumno-maestro. Interrumpió el profesor- Será mejor que salgas del salón de inmediato. - sería aún mejor si permanezco y le hago que con sus ojos está pidiendo. Contestó Henry, acercando su mano derecha hacia las entrepiernas del profesor, tratando de apretar; pero no consiguiendo puesto que Euriel se movió rápidamente, mostrando un rostro de enojo; sin evitar sentir cierta excitación por el hecho de ser objeto de deseo para uno de los chicos más hermosos de todas sus clases, a pesar de haber cumplido ya cumplido 35 años de edad y Henry apenas haber cumplido los 16 años de edad. -Realmente podríamos divertirnos bastante. Objetó Henry, decidido a llevar a cabo su acometido- Basta. Replicó el profesor. -Quiero que salgas ya. -Por qué, si su pene desea que me quede? Henry se acercó al profesor que permaneció intacto, siendo víctima de la lujuria que se apoderó de su cuerpo al oir la excitantes voz de Henry que hablaba de forma extremadamente sensual, tocó sus entrepiernas con su mano derecha; desabotonando con agilidad el broche del pantalón y bajando con maestría la cremallera. Su mano se introdujo debajo de los boxer del profesor y puso para afuera una enorme y hermosa polla. - Sabía que valdría la pena. Comentó Henry cayendo de boca en aquella monstruosidad. Empezó a devorarla con sus frenéticos movimientos, logrando fuertes gruñidos que se escapaban involuntariamente de la garganta de Euriel. Cuando oyeron pasos que se avecinaban, Henry se levantó de prisa tomó su mochila y se dispuso a salir; mientras que Euriel colocó su pene dentro del boxer al mismo tiempo que la mujer de la limpieza entraba al aula. - Disculpe, pensé que ya se había retirado profesor. Volveré más tarde. -No. Ya estoy saliendo. Dijo rápidamente el profesor y salió del aula, luego de despedirse de la conserje. Justo al salir, allí estaba Henry, esperando por él. - Henry, que haces aún aquí? Preguntó Euriel. - Pienso que podemos continuar lo que empezamos. Dijo Henry, en voz baja. Esto jamás se volverá a repetir. Dijo Euriel, poco convencido de realmente poder resistir la sensualidad de Henry.