Ya eran las 11 de la noche y era hora de cerrar la cafetería.
YugYeom tuvo que echar a los chicos de la mesa del fondo por que no querían irse.
Cuando ya estuvo todo limpio, recogido y la puerta de alante cerrada, apareció vuestra jefa. Nunca iba a la cafetería a no ser que fuera algo importante así que, te preocupaste.
ㅡTengo que hablar con vosotros ㅡdijo muy seria.
Os sentasteis los tres en una mesa y ella agachó la cabeza y suspiró pesadamente.
ㅡA partir de mañana no hace falta que vengáis más a trabajar. Han surgido unos imprevistos y debo irme del país indefinidamente. Lo siento ㅡcontinuó agitada.
"Así que era eso... Tendré que buscar otro trabajo..." Pensaste apenada.
Ambos asntisteis apenados y vuestra jefa os dio un sobre con vuestro último cheque.
Os despedisteis con un abrazo y YugYeom y tu salisteis por la puerta de atrás.
Habían pasado unos minutos y comenzaste a escuchar unos sollozos. YugYeom estaba llorando.
Para él era difícil perder un trabajo. Sus padres le habían abandonado cuando sólo era un niño y tuvo que aprender a vivir por si mismo. Sin trabajo todo le sería muy difícil.
Hiciste que se parara y que te mirara a los ojos.
Estos estaban muy rojos y empapados.
ㅡYugy... No te preocupes. Buscaremos algo, juntos, ¿vale? ㅡle dijiste secando sus mejillas.
Él asintió y tu extendiste tus brazos para que te abrazara. Lo hizo y os quedasteis unos segundos así... En medio de la acera, congelados y tristes.
Tu también tenías que encontrar un trabajo, y debía ser pronto.
Minutos después os despedisteis con un corto abrazo y os fuisteis cada uno a su casa.
Esa noche no dormiste muy bien. La cabeza te dolía y no dejaste de darle vueltas a lo del trabajo.
A la mañana siguiente todo fue como de costumbre, a excepción de los chicos nuevos.
En los pasillos de la universidad te cruzabas de vez en cuando con Han y los otros. Este te sonreía y te hacía una pequeña reverencia.
Tu siempre te fijabas en aquel chico misterioso de gafas negras, siempre acompañado por aquel otro chico de pecas. Pareciera como si le necesitase. Aun que, si tus sospechas eran ciertas, si que le necesitaba.
Como cada martes por la tarde, te fuiste a trabajar a la biblioteca y también estudiaste.
Los chicos también fueron a la biblioteca aquella tarde.Así pasaron dos semanas. Seguías preocupada por tu trabajo...
Una tarde de sábado, a las 3:30 de la tarde, te llegó un correo al ordenador.
Decía así:Hola usuario 139.
Hay un puesto de trabajo con las cualidades que pides.
Unos padres solicitan a una chica joven y responsable para cuidar de su hija pequeña.
Aquí te dejamos la información...
¡¡SUERTE!!Era un correo de la página de empleo en la que estabas suscrita. Y al instante una sonrisa se dibujó en tu rostro.
Leíste toda la información del trabajo y no estaba nada mal. Pagaban bien, tu horario coincidía con el trabajo de la biblioteca y la dirección estaba cerca de tu casa. Todo perfecto pero... En ningún lado hablaban de la niña.
ESTÁS LEYENDO
oscuridad
FanfictionTe despiertas una mañana, como si fuera una mañana de lunes totalmente normal, pero no sabes que ese día cambiará tu vida por completo. Pero no cambiará en el sentido de que encontrarás a tu Príncipe azul y te llevará a un castillo, no. Cambiará...