Era un día como cualquier otro, yo Alicia Redville estába en él mismo tren, a la misma hora cómo todos los dias. Mí vida no era gran cosa, soy una asistente mál pagada la cuál en ningún momento en mí trabajo pude lograr acender a un puesto mejor y que en ves de renunciar por irme a otra empresa, sigo en éste puesto y en esta empresa, soy tán cobarde, no, no és por cobardía, tal vez, es por conformismo ó por otro motivó qué aún mí inconsiente no me quiere decir o mostrar.
Aún me acuerdo cuándo entré a está empresa, con tantas ganas y esperanza dé dejar mí huella en el mundo, pero, ¿qué cosegui?, una patada, mí autoestima destrozado, sin hijos, ni una pareja con quién compartir sueños y anelos.
En sí, tiene algún sentido seguir viva ó és mejor dejar, mí trabajó, mí casa, y hasta mí vida.
Será mejor dejar dé vivir...
*siguiente estación: Alexandre Dumas*
Me levantó y voy así la salida del tren.
Dé caminó a la oficina yá sabía exactamente lo qué iba a hacer, a decir, a quién voy a saludar, quiénes me van a saludar, etcétera.
Sí hubiera tenido conocimiento de como mi vida iba a ser, así dé patética la verdad ni hubiera nacido.
O éso pensaba, hasta después dé lo qué me ocurrió al llegar está mañana a mí trabajo y encontrarme con mí nuevo jefe.
Continuará...
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Un sueño, una ilusión
RomanceUna chica, un tren, una ilusión. Tanta vida por delante, mucho por recorrer Amor, odio, tristeza, depresión y unas ganas de vivir insuperables.
