Hermandad

Prólogo

En los patios de la academia, Sasuke se dió cuenta tardíamente de que ya se había hecho demasiado tarde y tendría que haber llegado a casa antes

– Debo llegar al menos para la cena – se dijo a sí mismo recogiendo sus shuriken perdidos para regresarlos a su bolsa de entrenamiento

Apresurandose a la puerta de salida, sus pasos se fueron haciendo más lentos cuando notó una figura recargada en el marco de la entrada. Entrecerrados los ojos se fue acercando más hasta reconocerla

– ¡Nii-san! – exclamó eufórico acelerando sus pasos hasta llegar a él. Se detuvo un momento – Ya es tarde, ¿Porqué estás aquí? – preguntó, aún no era tan tarde para que mamá hubiese mandado a su hermano y lo suficientemente tarde para que no hubiera pensado en que todavía estaría en la academia

– Es hora de irnos, Sasuke – dijo Itachi, golpeando dos dedos en la frente de su hermano menor, causando un puchero en él

– Está bien – aceptó fácilmente, siguiendo obedientemente a su hermano mayor mientras le hablaba sobre su día en la academia, pero el camino por el que comenzaron a andar era una dirección muy diferente a la del compuesto Uchiha

Finalmente, cuando se acercaron a las puertas de la aldea, Sasuke cuestionó – ¿A dónde vamos? – preguntó con incertidumbre

– Lejos – respondió en breve – Del clan, de la aldea, ya no podemos quedarnos aquí – explicó aunque realmente planteaba más dudas de las que se respondían – Te lo explicaré luego, no tenemos mucho tiempo

Sasuke asintió inseguro, tomando la mano de Itachi y pasando las puertas de la aldea. Cuando dos Chunin intentaron detenerlos, cayeron inconscientes al suelo en un instante

– Estarán bien – le dijo Itachi a Sasuke, aunque no era necesario; Sasuke confiaba en Itachi, y si hacía algo, tenía su justificación

...

– Hokage-sama – El anbu se reportó frente a su escritorio en un shunshin. Una vez el Hokage le dió permiso para hablar, continuó – El clan Uchiha fue exterminado – informó, y entonces la temperatura de la sala pareció caer bajo cero

– Saldré de inmediato – respondió, preparándose para salir

...

– Informe – ordenó en la escena, los anbu dando vueltas

– No se encontraron sobrevivientes. Uchiha Sasuke y Uchiha Itachi están desaparecidos – dijo el Anbu frente a él, mechones de cabello plateado sobresaliendo de forma distintiva

El Hokage bajó su sombrero con el símbolo para fuego, parte de su uniforme, para cubrir sus ojos, las ventanas del alma

Danzō pasó a su lado con un par de guardias siguiéndole por detrás, sus máscaras blancas lo diferenciaban del anbu estándar, estos eran específicamente guardias de Danzō

– ¿Estás satisfecho ahora? – le preguntó con amargura al hombre. Danzō le devolvió la mirada con firmeza antes de retirarse, sus guardias siguiéndole

– Uchiha Itachi y Uchiha Sasuke son una amenaza – comenzó el anciano, dirigiéndose a sus guardias, pero cuando los miró a los ojos, sólo puso ver el sharingan arremolinándose

– Lo ví todo – murmuró el hombre con una voz que no pertenecía a la suya, era más profunda pero joven – Y lo seguiré viendo todo – Continuó. Danzō se quedó quieto, sorprendido – Si intentas hacerle algo a Sasuke, le contaré todos los secretos de la aldea a los demás países – amenazó, antes de que su cuerpo se deformara y explotara en cuervos

...

Sentándose en un tronco caído, estiró sus manos frías para acercarse a la pequeña y discreta fogata que Itachi hizo y le se enseña a hacer de manera improvisada. Itachi mismo se sentó frente a él, del otro lado del fuego, sobre una roca semi plana 

– Entonces – dijo Sasuke, algo nervioso por salir de la aldea y todo el misterio que le envolvía – ¿Qué pasó? – quería hacer más preguntas que esa, más específicas, pero esto probablemente respondería la mayoría, y si no, entonces tenía que empezar desde algún lugar

– ¿Te has dado cuenta de cómo han estado mirando los aldeanos al clan? – replicó Itachi con calma. Sasuke pareció reflexionar sobre ello

– Siempre que pasamos están susurrando entre ellos, dándonos miradas frías, enojadas – dijo, desanimado, porque decirlo ahora era admitir algo que siempre estuvo negando en silencio

– Sí, y el clan se molestó por eso – continuó Itachi – Porque los culpaban de un crimen que no cometieron pero todos pensaron que sí – explicó, para el horror del menor

– ¿Nos culpan de un crimen que no cometimos?, ¿Cuál? – aunque intentó repasar todas las posibilidades, no podía encontrar nada remotamente culpable que pudieran haber hecho o creyeran que hicieron para tratarlos así

– Liberar al Kyuubi y controlarlo para que destruyera la aldea – el silencio atónito siguió esa declaración – algunos afirman haber visto el reflejo del Sharingan en los ojos del bijuu

–¡Nunca haríamos eso! – protestó de inmediato antes de detenerse – Un crimen que no cometimos – se recordó ironía

– Así es – confirmó, estoico, algo inseguro de cómo tomaría Sasuke lo siguiente, si podría detenerse ahora, si estaba listo para lo que seguiría, si su sonrisa se borraría después de esto... – Por eso el clan protestó hasta que ya no pudieron soportar más y organizaron un golpe de estado

Ahora la ironía y amargura, tristeza e indignación fueron eclipsadas totalmente por el shock

– ¿Un golpe?, ¿A Konoha?, ¡Pero papá...! – algo pareció vacilar en su expresión cuando recordó lo infelices que parecían ser sus familiares cuando salían del clan, la forma en la que se cerraron para sí mismos, los comentarios de los extraños al pasar...

– Papá no estuvo de acuerdo al principio – acordó – pero terminó aceptándolo después de un tiempo – y entonces, como Sasuke realmente no tenía demasiada experiencia para comparar y comprender, agregó – no fue algo repentino, era un problema que se arrastró durante años

– Entonces ahora... – Sasuke mordió su labio inferior, no queriendo continuar

– No – corrigió Itachi – Uno de los ancianos del clan se enteraron de lo que los Uchiha planeaban, ¿Los conoces? – Sasuke negó con la cabeza – Son tres, Homura Mitokado, Koharu Utatane y Shimura Danzō, siendo este último el que se enteró del plan. Ellos son los consejeros personales del Hokage y tienen gran influencia en Konoha

Sasuke tragó saliva pesadamente

– ¿Qué pasó cuando se enteró? – preguntó temeroso

– Se ordenó la masacre del clan Uchiha por parte de la organización secreta de Danzō – respondió con desapego

– ¡Pe– Pero entonces!, ¡Si tenemos esta información y el clan va a ser...!, ¡Necesitamos decirles! – farfulló con pánico

– O también – le interrumpió – Se le pidió a un miembro del clan Uchiha que lo hiciera y tomara la culpa a cambio de dejar a alguien cercano vivo – murmuró con pesar

Sasuke lo miró desconsolado – ¿Porqué lo harían?, ¿A quién se lo pidieron?

Itachi tomó aliento

– Los Uchiha son guerreros formidables y a quien se lo pidieron hubiera sido uno de los peores oponentes – explicó – Y en cuanto a quién... Fui yo