Pasos apresurados se escuchaban por todos los pasillos, la gente veía confundida al chico de cabellos celestes correr con desesperación por todo el instituto.
El no sabía que en realidad debía apresurarse por detener una tragedia, de la cual, se sentiría profundamente culpable.Desde hace ya una semana que Hotdog guy no había asistido al colegio.
Desde...
Aquel día, que, habían rechazado sus sentimientos.Estaba muy preocupado por él, aunque no pareciera, pues, Gumball sentía que por su culpa era que no asistía.
Trato de investigar si realmente se encontraba bien, porque nisiquiera sus amigos le comunicaban nada sobre sus ausencia. Eso lo frustaba más.Pero, también había notado que, cuando trataba de preguntarle a los amigos de Hotdog guy sobre su estado, ellos, lo trataban con indiferencia, incluso lo ignoraban, desconocía la razón por la cual era tratado así, aunque ya podía hacerse una idea.
Se emocionó ese día cuando vió al chico rubio entrar al colegio, pero, no se reflejaba un muy buen estado en su rostro. Se veía.. Inexpresivo, apático.
Lo vió ir con sus amigos, apesar del notorio cansancio en su rostro se notaba alegre al conversar, fue como un drástico cambio, no sabía si preocuparse por aquello.
Estaba dispuesto a pedir disculpas, pero, no se sentía con tanto valor para hacerlo, tenía miedo.
Pero aún tenía tiempo para pensarlo, aún tenía hasta receso.Cuando esperaba afuera de la dirección por haber irrespetado a la maestra durante las clases, lo típico, había visto como Hotdog guy salió corriendo rápidamente en trayectoria seguramente hasta el más cercano baño. En ese momento se preocupó de lo que pudo haber pasado pero no podía irse del lugar.
Aunque, notó luego un camino de pocos pétalos púrpuras que el chico había dejado en su recorrido, eso lo dejó aún más confundido, pero, él no era del todo ignorante. Sólo, no quería pensar de que eso podría ser....En el solitario baño, pudo desahogar su inconsolable llanto que se desbordaba por sus pecosas mejillas, había dejado el lavamanos lleno de pétalos con grandes manchas de sangre, no sabía cuanto tiempo más aguantaría eso, aunque trató de darse una semana de descanso de toda la basura que soportaba en la escuela, aún no podía con todo el dolor que, era claro que nunca desaparecería. No soportaría más, era mejor ponerle fin a todo, y lo más pronto posible, era demasiada su desesperación.
Además, no lo quiso hacer antes pues... Quería ver al chico del cual a estado tanto tiempo enamorado y por el cual estaba sufriendo, por una última vezLargas, largas horas de clases habían pasado para que llegara receso.
Gumball con nervios, velozmente salió de su aula para ir al comedor donde estaba seguro que se toparía con Hotdog guy, ya había tomado la decisión de disculparse debidamente, como no pudo hacerlo en su momento.Pero, al llegar allá no vió al rubio por ningún lado, nisiquiera en su grupo de amigos estaba, se acercó al grupo para preguntar, quienes tampoco conocían la ubicación del chico desde que había ido al baño en clases.
Al no haber conseguido localizarlo en el lugar, decidió ir por todos los pasillos preguntándole a cada estudiante si habían visto al rubio.Ninguno le había dado una respuesta acertiva hasta que uno de esos estudiantes reveló haber visto al mencionado yendo en dirección a la azotea de la escuela.
Con intranquilidad e imaginándose lo peor, fue a gran velocidad recorriendo los pasillos para llegar al lugar mencionado, apresurado de que pudiera conversar con el chico y quedar liberado de tanta culpa que lo atormentaba.
Así era, Hotdog guy se encontraba de pie, a orillas del techo viendo hacia abajo a esa gran distancia de altura hacia el suelo. Se balanceaba un poco mientras reflexionaba sobre lo que tenía ya preparado hacer, no estaba completamente seguro de que esto sea una buena solución, pero si no lo hacía, continuaría con el dolor hasta que lentamente, lo terminaría matando de todas formas, tarde o temprano, pero era mejor acabar pronto, más rápido, menos martirio para él.
Ya no podía arrepentirse de nada de lo que sucederá.
Respiró profundamente, dió un paso al vacío.
— ¡NO! —
Gritó fuertemente el peliazul al abrir la puerta de la azotea viendo aquella escena.
— ¿Gumball!? —
Se giró para ver a sus espaldas, el susto fue tan fuerte y repentino que se dejó ir hacia atrás.
Se ha acabado el tiempo.
El chico veía desde aquella altura hacia el suelo, con lágrimas desbordándose de sus ojos claros.
Sentía terrible remordimiento en su corazón.
Sus lágrimas mojaban las sangrientas flores que había tomado del suelo en sus brazos, había comprendido de que se trataba todo, pero ya es demasiado tarde para haberlo hecho.
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hanahaki disease || Gumdog.
Short Story¿Por qué te enamorarías de mi? Sólo arruino las cosas a tu lado.