Seguí al chico hasta su apartamento, luego de haber tenido que atravesar unas tres puertas me di cuenta de lo agotador que resultaba esto. Una vez llegamos le eche una detenida mirada al lugar, todo estaba perfectamente ordenado, algo que definiría como extraño, de no ser porque estoy muerto.
Al minuto de haber llegado una chica de maduro aspecto vino a recibirle.
— ¡Jung Hoseok, es realmente tarde! —Le reclamó la misma, que próximamente se acercó para pegarle.
— ¡Perdóname la vida! —El pequeño chico corrió por la sala intentando zafarse— Me quede dormido mientras estudiaba... ¡Sabes que el examen de mañana es realmente difícil para mí!
Al final de su oración un extraño, pero lindo puchero se formó en sus labios y su aparente novia finalmente dejo de atormentarlo dejando que el llamado Hoseok corriera a la seguridad de su cuarto.
Estando en su cuarto pude observar que esta era la habitación más desordenada de todo el piso, ni yo mantenía mi cuarto así en mi época adolescente.
Al centro del cuarto había un gran ventanal y en los pies de este un escritorio con altas capas de papeles y basura que Hoseok se encargó de apartar a un lado apresurado para así poner unos nuevos libros que sacó de su mochila, al parecer eran de cálculo.
Allí se la paso un largo rato, cuando ya comenzaba a aburrirme me acerque a él y me incline a ver lo que hacía, cuando lo hice mi desesperación por hacer algo aumento.
— ¡No, no! ¡Dios que bruto! ¡Esta todo mal! ¿¡Acaso no distingues un signo de multiplicación con uno de dividir!? —Con cada uno de mis gritos la lampara de noche vacilaba en apagarse y entonces me calmaba.
Sin duda aquel chico por mucho que se esforzase iba a reprobar.
Luego de un par de horas de estudio el chico cayo dormido sobre su escritorio, tal como en la biblioteca. En ese momento fue cuando opte por hacer acto de presencia, con todo mi esfuerzo logre levantar un lápiz y realice varias flechas y correcciones sobre su hoja.
A la madrugada siguiente el chico con cara de niño estiro sus brazos y se levantó perezosamente para recoger sus cosas, al ver su hoja de calculo su rostro se vio confundido.
—Jiwoo... —Murmuro cansado y algo brusco tiro todos sus libros dentro de su bolsa.
El menor salió del cuarto, en ese momento iba a seguirle, pero para mi sorpresa el cuerpo no me correspondió, estaba muerto de sueño por la actividad de la noche, así que decidí hacerle caso a mi cuerpo y dormir.
***
El reloj en el salón había dado ya las seis, para ese entonces mi cuerpo ya estaba sano y solo me dedicaba a ver como Jiwoo se paseaba por la casa limpiando una que otra cosa.
Un juego de llaves se escuchó detrás de la puerta, algo que me provocaba el mismo estimulo que a un perro, su amo estaba detrás de ese sonido.
Al entrar, Hoseok, llevaba la hoja de cálculos en su mano, y con la mirada busco a su novia, quien no se tardó en venir a recibirlo, algo que los hacia ver muy unidos.
— ¿Aprobaste hermanito? —Dijo esta.
— ¿Hermanito? —Ladeé mi cabeza y luego sonreí algo avergonzado.
— ¡Por un pelo!... Gracias a tus anotaciones, y aunque te lo agradezco, no vuelvas a hacerlo, ya no es como cuando éramos niños.
— ¡Eso es grandioso Hobi! —Luego de esto su sonrisa desapareció y se transformo en un puchero— Pero yo no te ayude en nada.
— ¡Claro que sí! Mira esto... —Le enseño la hoja que llevaba en la mano— Por aquí... Y aquí también —fue trazando las marcas que yo había hecho.
—Hoseokkie, esa letra tan extraña no es mía bebé, debió ser uno de tus amigos por la tarde, con lo descuidado que eres.
— ¡No, no lo fue! —Se defendió dando un salto— Los deje en mi encimera mientras dormía y en la mañana... ¡Pum! Ya estaban hechos. —Luego de realizar este teatro con sus manos sus ojos se abrieron grandes— No serán... ¡Fantasmas!
— ¡No seas idiota! —Lo empujo su hermana mayor— ¡Ningún fantasma se pone a hacer tarea! Iré a llamar a la policía. —Desapareció por la cocina.
"Siempre creí que las presencias espirituales se notaban rápido, pero nunca creí que tan rápido."
A una hora de la llamada la policía se encontraba revisando puertas y ventanas, asegurando más tarde que no había señales de forcejeó, pero que si algo más llegaba a ocurrir podían llamarlos sin problema. Jiwoo se despidió de los oficiales con un rostro sereno a diferencia del de Hoseok que mostraba señales de enfermedad al estar tan pálido.
El resto de la noche Hoseok se quedó en la sala del apartamento mirando películas animadas, aunque de vez en cuando su mirada se desviaba de la pantalla a la puerta de su habitación, esto me daba la clara señal que seguía preocupado por el incidente en su cuarto.
Al ver al menor tan atormentado, me sentí bastante culpable, así que durante el resto de la semana decidí no tocar ningún objeto perteneciente a la casa. Como esto resultaba aburrido, por las noches, salía de la casa e iba a la biblioteca a leer algunos libros de la zona oscura.
Algunos de estos hablaban de que la unión hacia la fuerza, referido a que dos espíritus unidos pueden ser de lo más poderosos, pero desde el tiempo en el que estoy aquí nunca he visto otra alma en pena, se podría decir que Seúl es una de las ciudades menos embrujadas del mundo ¿Tal vez?
La acogida que tuvo esta historia es una grata sorpresa para mí, espero que a pesar del tiempo puedan disfrutar de esta actualización, y muchas más que se darán en mi perfil xo.
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Mi espíritu favorito (Namseok)
FanfictionLas noticias decían: Namjoon, adolescente universitario de 22 años fue arrollado por un auto mientras volvía a su casa, desgraciadamente por el choque murió al momento. Namjoon: Espíritu totalmente perdido de su situación. Hoseok: Humano al que Na...