Amor, droga, popularidad y dinero es lo que un grupo de chicos desean más que nada.
Mara tenía 17 años y su hermano Billy 19, cuando sus padres deciden que es hora de mudarse ora vez en menos de dos años, esta vez a un pequeño pueblo de Galicia, llamado Padrón, no conocían a nadie aunque no les importaba demasiado ya que se tenían el uno al otro.
La mañana del 19 de noviembre se les ocurrió ir a dar un paseo por el pueblo para conocerlo un poco mejor, ya que, por lo que sus padres decían iba a ser su hogar durante bastante tiempo. Esa misma mañana se tropezaron por casualidad con un par de chicas, de unos 17 años, sus nombres eran Lola y Daniela, pasaron un tiempo hablando y hicieron buenas migas, por lo que los invitaron a una fiesta que ese fin de semana un amigo de ellas celebraba sin razón aparente.
Mara era morena de cabello castaño brillante y con unos preciosos ojos verdes cristalinos. No era muy alta media un metro sesenta y siete y era esbelta, ágil y muy cariñosa. Todo lo contrario a su hermano mayor, un gamberro, aunque buena persona. Era rubio acastañado, de piel no muy morena y ojos azules. Muy alto y en forma.
En esa fiesta comenzó todo, en ella conocieron a David, Chris y Raúl, poco a poco se fueron viendo día a día y todos se hicieron inseparables. Aunque ese grupo tenía secretos que podían ponerlos en peligro si salían a la luz, una tarde decidieron contar el más importante a los dos hermanos, los cuales aceptaron de buena gana y cambiaron sus vidas radicalmente.