Confesiones y despedidas

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...Se puso de pie con mucha dificultad y comenzó a caminar hacia donde ella se encontraba. Sabía que todo había terminado, pues el matiz del cielo era distinto y se sentía la calma, la tranquilidad y la paz en el ambiente. La batalla recién librada de la que había sido partícipe lo dejó muy herido. Al cabo de 3 pasos, no resistió más y se dejó caer al suelo.

Ella corrió a su auxilio, él se presionaba su pecho con las manos para tratar de detener la sangre que emanaba de éste, ella las tomó para demostrarle que siempre lo ayudaría, no paraba de repetir una y otra vez que todo estaría bien, aunque quizás sabía que era mentira, él lo sabía.

Él vio sus manos entrelazadas y el color rojo escarlata que escurría en medio de ellas, sabía que no quedaba mucho tiempo.

-Yo quiero... quiero decirte... - hizo una pausa para tomar aire y encontrar las palabras correctas. - quiero decirte que te amo. - dijo, jadeando y con mucha dificultad. - Ya se que es algo tarde - continuó - pero en serio quería que lo supieras.

Un sonrojo se hizo presente en las mejías de ella, pero no tanto como en las de él.

De algún modo, logró esbozar una pequeña sonrisa. Fijó sus ojos en el rostro de ella, quería que ese recuerdo lo acompañara por la eternidad, sus ojos color azul eléctrico que se comparaban con el océano: profundos e infinitos; esos hoyuelos que se formaban en sus mejillas y sobre todo su sonrisa, es sonrisa que lograba alegrar su día y posiblemente toda su vida, cada detalle en ella era perfecto.

Quizás ese recuerdo sería el último que tuviera de ella, ya no la vería más, pero se llevaría grabado su rostro para siempre.

Ella tomaba sus manos con más fuerza mientras los minutos pasaban lento, pero él cada vez se sentía más débil, en varias ocasiones casi se soltaba del agarre de su amada, pero ella no se lo permitía, tomaba sus manos con más fuerza aún.

Al cabo de unos instantes, su respiración se volvió más lenta: el momento de partir se acercaba. Se encontraba muy triste pues dejaría muchas cosas atrás y a muchas personas sufriendo pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Pensó en su familia, si tan sólo pudiera despedirse... Más sin embargo, se sentía tranquilo por una parte, pues al fin había expresado lo que sentía, había liberado esa carga y esa confusión de su interior; no importaba que ésta no correspondiera a sus sentimientos, él de la misma forma se sentía bien.

Finalmente cerró sus ojos, esperando que el camino a la felicidad y tranquilidad eterna no estuviera demasiado lejos.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2014 ⏰

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