con sangre y con pasion todo se puede

Capitulo 3 "La niñera, ¿cruel?" parte 2

Nota: WOW realmente me olvidé por completo de esta historia, casi que la abandono XD ya pasó un año desde que no la actualizo, además de otras historias, igual no creo que a muchos les preocupe eso. Como sea, si hay alguien leyendo esta wea, ¡A DISFRUTAR!.

Sara salió del quirófano corriendo a donde se suponía se encontraban los chicos, seguida por Slender y Jack. Cuando llegaron, se encontraron con lo menos esperado por todos... la sala estaba impecable, como si recién acabaran de inaugurar el hospital, y los chicos sentados; callados, leyendo revistas y otros durmiendo, irónicamente parecían unos angelitos. -¡AAaawww mis niños están tan tranquilos... parecen ángeles!- en eso uno de los creepypastas que estaba durmiendo se mueve -¡no se despierten engendros del demonio!-, -si, se nota que son unos angelitos caídos del cielo... en especial por la parte en la que se cayeron- comentó Sara a lo que Slender no pudo evitar sonrojarse apenado por su actitud cuando se supone que ella va a cuidarlos.

Slender: bien... iré a firmar los papeles para sacar a Jeff y nos iremos.

Jack: sígueme, ah yyyy Sara, ve de vuelta al quirófono a vigilar a Jeff y prepara una silla de ruedas en lo que vuelvo con Slender, ¿vale?.

Sara: vale, solo una pregunta, cuando lo ponga en la silla de ruedas, ¿lo ato para que no se pueda escapar o le aplico un "sedante" en caso de que se despierte?.

Jack: sorpréndeme.

Sara se dirigió nuevamente al quirófano, pero al entrar en este todo se encontraba apagado y... muy silencioso. Se puso alerta en caso de que algo o más bien alguien, le atacara por la espalda. Se aferró a la pared buscando el interruptor de la luz para encenderla nuevamente, pero justo antes de lograrlo una mano la encendió por ella.

Jeff se encontraba más que molesto, y con toda razón, le dedicó una mirada fulminante a la chica, como si con esta estuviera diciendo "vas a morir". Con su típica sonrisa y característica frase "Go To Sleep" alzó su mano izquierda, la cual portaba un cuchillo de cocina, dispuesto a asesinar a la joven, mas ella le dobló la muñeca haciendo que lo suelte. -Mejor agradece que no te lo clavé, no creo que quieras otra cirugía por mano de tu servidora- le dijo con una adorable pero al mismo tiempo sádica sonrisa.

Slender y Jack el destripador caminaban hacia la sala donde se encontraban Sara y Jeff, ya que se tardaban demasiado. Al abrir la puerta encontraron a Jeff tirado en el suelo; boca abajo, con el brazo derecho doblado sobre su espalda y a Sara sobre este gritándole que no era de buena educación atacar a la gente que intenta salvarle la vida debido a las estupideces que hace, este a su vez diciéndole que ella no sabía con quién se estaba metiendo, y que no iba a tener piedad en cuanto lo liberara. -Piénsalo bien primor, porque como yo lo veo, el que está inmovilizado y vulnerable a cualquier ataque, eres tu- finalizó con una sonrisa satisfactoria por su trabajo al ver la cara del muchacho más que enfadado por romper su orgullo.

Slender: Sara, ya es tiempo de irnos, mejor amarralo a la silla para llevarlo a la mansión de una vez por todas.

Sara hizo caso a la petición y, de paso, amordazó a Jeff para que dejara de maldecir, ya le estaba dando jaqueca.

Sara: bien y... ¿a dónde vamos?.

Slender: a la mansión.

Sara: si pero, ¿por dónde?.

Slender: tu solo sígueme.

Salieron del hospital adentrándose en el bosque, caminaron por unos cuantos minutos pero a Sara esa "caminata" se le hacía eterna. No es que no le gustara explorar o caminar, pero admitámoslo, un paseo por el bosque sin nada de conversación o música, o siquiera poder explorar realmente el bosque, no es lo más divertido que digamos. Cuando llegaron, entraron para luego encontrarse con un montón de gente persiguiéndose entre si; con cuchillos, navajas, pistolas y demás, parecía que intentaran jugar a la ruleta de la muerte como en el circo. Para el que no lo sepa; se trata de una rueda gigante hecha de madera, en la que se ata a una persona y se le vendan los ojos, para luego darle vueltas a esta mientras que otra persona le lanza cuchillos.