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Miro mi reflejo sonriendo de lado al apreciar el resultado.

Increíble, como siempre.

Me encuentro arreglándome en mi habitación, hay una fiesta en la casa de los Black, los vecinos de al lado. No puedo decir mucho de ellos o dar una gran introducción de su familia, ya que vivo aquí desde pequeña y no los conozco, de hecho, nadie sabe mucho de los misteriosos hermanos Black, de la familia en general. Sólo sé que sus padres son personas de negocios y nunca están, los únicos que quedan en casa son los hermanos.

A dos de ellos los veo seguido pero al restante no demasiado, por no decir que nunca. Son guapos, los tres poseen una belleza indiscutible y por supuesto, el misterioso y solitario hermano mayor tiene toda mi atención puesta sobre él.

Mirada seria, ojos claros, facciones duras, cuerpo tatuado y condenadamente guapo. Tiene un aire misterioso que enciende en mi ese deseo de descubrirlo, a pesar de verlo poco, me atrae de una forma extraña y bastante intensa.

Me veo al espejo satisfecha con el resultado, el vestido blanco que elegí para la ocasión tiene una abertura en el escote y se amarra al cuello, es ajustado a mi cuerpo y marca mi figura. Es bastante lindo sin dejar la sencillez de lado. Se complementa y ve genial por el hecho de que tengo un excelente cuerpo que obtuve por naturaleza y que además refuerzo en el gimnasio que tengo en casa, sumado a que llevo una vida algo... complicada, por la cual debo mantenerme en forma.

Tomo un pequeño bolso y salgo de mi casa en dirección a los Black. La música es buena y puedo oírla desde donde estoy. La puerta está abierta por lo que solo me adentro en ella, la casa es enorme, tanto como la mía, pero aún así el lugar está atestado de personas.

Me adentro entre la gente que baila al compás de la música, mis ojos recorren el lugar aunque no por demasiado tiempo, ya que uno de los hermanos Black se acerca a mi.

- Me alegra que hayas decidido venir- una voz con un tono seductor de oye a mi lado, volteo a verlo para ver a un chico castaño sonriendo de lado- Soy Derek- me sonríe antes de atreverse a acercarse para besar mi mejilla.

Exceso de confianza.

-Alex- respondo alejándome un poco.

- Estás hermosa, Alex - halaga pasando sus ojos por mi cuerpo con total descaro.

Ruedo los ojos al notar su intento de ligue barato.

-Gracias -me limito a responder antes de alejarme.

Sigo mi camino hacia la barra donde pido un gin tonic, a mi lado otro de los hermanos me mira con asombro, no el que me gustaría tristemente. La expresión en su rostro se debe tal vez a que jamás he compartido el mismo espacio que ellos. Si estoy aquí es porque a mi madre le pareció buena idea que me relacione con ellos después de tantos años, le prometí que si se daba la oportunidad lo intentaría pese a que no me interesa hacerlo solo para verla feliz. Y jamás rompo una promesa.

Así que la invitación a esta fiesta en la que estaría poco fue el pase a cumplir esa promesa. El hecho de que estaría en el lugar poco tiempo es también el motivo por el que no invité a mis amigos a venir conmigo, además que están lidiando con situaciones personales como el hecho de intentar involucrarlos en los negocios de sus familias, o solucionando asuntos.

El chico sigue mirándome, no puedo asegurarlo pero creo que es el menor.

-Ho...hola- habla nervioso, con una sonrisa dulce en su rostro.

Que ternura.

-Hola- sonrío de lado al ver el tono de sus mejillas.

-Soy Jace - se presenta.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora