Operación Libertad: Vamos a Luchar

La colonia

Hace cientos de años, los humanos llegaron a las tierras de Náctor con las ochenta carabelas diabólicas, cuando el emperador pisó esas tierras, dijo el juramento de conquista:

- Yo, emperador supremo de las islas de Ámbar, proclamo las tierras de Náctor, todos sus habitantes y todas sus propiedades, como propiedad jurídica de las islas de Ámbar. - Hizo una pausa y miró al mensajero - Avisa a todos las carabelas, que atraquen en esta misma playa.

El mensajero, dio la señal de atraque con las banderas.
Al cabo de dos minutos, la playa estaba llena de soldados, ingenieros, científicos, exploradores... Se podría decir que la conquista ya había empezado.

En esa playa había una familia de elfos jugando en la arena, el emperador se les acerca y dice:

- Buenos días. - Puso cara seria y llamó a los guardias - ¡Arrestadlos!, creo que hemos encontrado algo muy fascinante...

La familia élfica no se pudo resistir, ya que no tenían armas, entonces los guardias los apresan sin más dilación, simplemente porque estaban en el lugar incorrecto, en la hora incorrecta y en el momento incorrecto.

Cuándo un enano que paseaba casi por la playa, vio lo que le hacían a esos elfos, decidió actuar, desenfundó su arma mágica, y llamó a su equipo.

Hemikal: el hechicero, algunos lo consideran el traidor de la humanidad, ya que él dejo su sociedad, para irse a vivir con los elfos, los enanos y los cambiantes. 
Caliba: el elfo, dicen que es capaz de matar a doce soldados con una sola flecha, y otros que con un solo arco es capaz de destruir un ejercito entero. Según él, puede hacer las dos cosas a la vez.
Karaka: la enana: su pequeña estatura proporcionalmente inversa a su gran poder, que con un martillo dos veces su estatura, es capaz de aplastar hasta al mayor de los gigantes.
Skilus: el cambiante, puede transformarse en un humano elegante, pero su forma original le permite volar, bucear y andar, algunos creen que su especie se dedica a estafar.

Tres minutos después, los cuatro, ya estaban en la playa. Skilus, con su forma humana, le dijo al emperador:
- Mi señor, creo que deberíamos dejar esta isla, creo que hay especies más peligrosas que cuatro elfos con juguetes.
- ¡NO! Esta isla es actualmente propiedad de Ámbar, ¡y no hay más que hablar! - Replicó el rey
- Pues en este caso... - Dijo Skilus con un tono amenazante

Skilus se aparta del rey, y se transforma en su forma voladora: esos cuernos cortos, su piel verde, sus ojos de reptil sus alas diabólicas y sus dientes afilados aparecieron, y eso hizo que el rey llamara a la guardia.

Los soldados se giraron y fueron a por Skilus y en ese mismo instante Hemikal, Caliba y Karaka salieron de el bosque para luchar. Skilus, sacó sus dagas de la espalda, Hemikal, desenfundó su báculo, Caliba, cogió su arco y lo cargó con tres flechas y Karaka activo su martillo mágico. Ahora la batalla empezó: Karaka no dejaba que ningún soldado se le acercara con su martillo, Hemikal convertía a todos los soldados en piedra o en polvo, Skilus envenenaba a sus víctimas y luego se las llevaba hasta el cielo para soltarlas y matar a dos soldados en menos de diez segundos. Caliba iba tan rápido que sus enemigos parecían desmayarse, pero algunos con heridas en el cuello  y en el estómago. 

Esa batalla parecía ganada por los habitantes de Náctor, pero, en ese momento, los el emperador, abrió la bodega de su carabela, y de ahí salió un dragón que calcinó a los héroes. Eso hizo que todos los nactorianos, fueran esclavizados, y  Skilus, Hemikal, Caliba y Karaka, pasaron a la historia nactoriana como los héroes que murieron por su tierra.

La era del colonialismo ambariano acababa de empezar, así que los nactorianos fueron esclavizados y obligados a hacer las tareas que ningún humano quería hacer. Hasta hoy.