Sábado 27/10/2018 21:30

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   Salí del tram de Castellón en la parada que quedaba en frente de la estación intermodal. Me encontraba con S, una chica, que siempre me ha estado apoyando en momentos decisivos en temas de liderazgo, dirección... (refiriendose a temas de bandas). Bajamos y al salir del techo que nos protegía del cielo, nos empezamos a mojar. Correcto, estaba lloviendo, así que nos apuramos en llegar al hotel cuanto antes. 

   Llegados al recibidor, dejamos los paraguas, y decidimos entrar al gran salón, donde, como de la nada, se generaron 31 mesas circulares con unas ocho, nueve, personas por mesa. Divisé la mía. El en centro, podía observar un cartel rojo con letras, bueno, en este caso números blancos donde ponía '31'. Seguidamente, me percaté de que habían dos personas sentadas en mi mesa. En el sitio de 'y cuarto' (llamé a los sitios por posición de reloj, donde 'en punto'se encontraba lo mas dentro) reconocí a A, una persona que, en muy poco tiempo, cogí mucha confianza, hasta tal punto de saber mis secretos más oscuros... Continué girando la cabeza, y ' a y 20' se encontraba º, un chico majo no, lo siguiente con el que fácilmente, nunca discutiría. Procedí a sentarme a 'y media' , o como esa noche la bauticé por segunda vez, la separación.

   El tiempo transcurría hasta que una voz familiar me devolvió a mi dimensión, era -. Me alegré mucho cuando vino, ya que hace unos días me comentó que no podría venir. Se sentó a 'y 40'. Eran cuatro los sitios que faltaban por llenar, y tres de ellos, no tardaron mucho en llegar. En orden, llegaron P, que se sentó a 'menos 15' , M, que se sentó a 'y 10' y R, que ocupaba el 'menos 10' .

   Los camareros empezaron a servir las mesas, y yo no paraba de pensar que faltaba x. Llegó el tercer entrante, y x apareció por la entrada. Llevaba un vestido precioso blanco con rombos negros, y como no, la chupa vaquera. Hablando de la vestimenta, yo llevaba una camisa azul clarito con un jersei azul oscuro, vaqueros negros y zapatos, los de banda. - iba muy parecido, por no decir igual, ya que sus zapatos, no eran negro, sino que un azul así como..marino. º rompió la estética. Se presentó con una camisa blanca y vaqueros azules, pero eso si, llevaba zapatos negros, como yo, y una preciosa chaqueta.

Cada dos por tres, salíamos fuera para que nos "diera el aire". Salíamos únicamente º, x, y yo +.

La confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora