Hoseok vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, un...
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—¡Taehyung!, Tae despierta por favor — Seokjin lo movió despacio tratando de despertarlo.
El moreno rodó en la cama, luego lo miró con el ceño fruncido cuando se fijó en la hora —van a ser las cinco de la mañana, ¿qué es lo que pasa?
—A Jinhoo le pasa algo, no sé qué tiene— dijo casi desesperado —nunca se había enfermado y no sé qué hacer.
Taehyung se levantó de la cama rápidamente, tampoco tenía idea de que hacer.
—Háblale a Namjoon para que traiga el coche, iré a ver que tiene.
Se apresuró a la habitación del niño, ¿esto no podía estar pasándole a él?, primero su Hobi, ahora Jinhoo.
Jinhoo se estaba quejando de él dolor en su estómago, sintió su frente descubriendo que tenía temperatura.
—¿Qué tienes bebe?, ¿qué te duele?
—Todo— se quejó el niño.
—Ya viene para acá, ¿qué es lo que le pasa? — Seokjin de apresuró a la habitación mientras se ponía un suéter.
—No tengo idea, no soy médico Seokjin y tampoco tengo experiencia con los niños.
—Yo tampoco, no sé qué hacer, es que nunca se había enfermado.
—Lo lleváremos al hospital por ahora, vamos campeón— le dijo al niño.
Taehyung lo tomó en brazos y salió con Seokjin a esperar a que Namjoon trajera el coche, apareció pronto y ambos subieron.
—Llévanos al hospital, el de siempre— le ordenó.
Namjoon asintió y arrancó.
—Espero que sólo sea una pequeña infección— le dijo a Seokjin para tranquilizarlo.
—¿Eso crees?
—Sí, de seguro comió algo que le hizo daño en el preescolar.
—Eso espero, no sé qué haría si algo malo le pasará— le dijo abrazándose a sí mismo.
—Tranquilo — palmeó su espalda —yo estoy aquí.
—Lo sé — Seokjin tomó su mano —lo sé y te lo agradezco, no sé qué sería de nosotros sino te hubiera contactado.
—Lo siento Seokjin— Esta vez fue Taehyung quien tomó su mano cariñosamente —me porte muy mal cuando me buscaste y me dijiste que tenía un hijo, pero ahora no puedo hacer más que agradecerte, Jinhoo se ha vuelto mi razón para vivir.
—Y la mía también— Seokjin le dijo sincero —los amo a ambos— tomó el rostro de Taehyung y unió sus frentes.
El moreno se movió incómodo por la confesión.
—Sí, yo también te aprecio como el padre de mi hijo— le dijo y el ambiente cayó en un incómodo silencio.
—Tal vez tu ahora...
—Ya casi llegamos— le interrumpió Taehyung —bebe despierta— dijo dirigiéndose a Jinhoo.
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