Y asi fue como te conoci... "Michael Jackson y tu"

Capítulo 16

Pasaron varios días después de aquel incidente , todo esta normal, eso sin contar que tengo un guardaespaldas persiguiéndome constantemente.

Me incomodaba, a ver, ya sé que era por mi bien, pero tener a alguien vigilándote noche y día era algo agobiante, por eso, me dispuse a hablar con Michael.

____: Michael... hay algo que te quiero comentar...

Michael: Dime -y soltó una sonrisa-

____: Preferiría decírtelo en privado -dije refiriéndome al guardaespaldas-

Michael: John, puede salir – y acto seguido John (el guardaespaldas) salió del salón- Y bueno... ¿Qué es lo que me quieres decir?

____: Me gustaría... ya sabes... -empecé a tartamudear- Que no tuviera un guardaespaldas...

Michael: Oh -dijo algo decepcionado- Bueno... ya sabemos que no ha pasado nada en estos días... pero quién sabe si después de quitarte a John no pasase algo... nunca se sabe ____ -dijo intentándome convencer de que estaría mejor con aquel guardaespaldas-

____: ¡Michael por favor! ¿Qué me va a pasar?

Ya hace tiempo, y tu lo sabes, que no se ha aparecido nadie, podría soportar tener un guardaespaldas por la calle si eso quieres, pero es que tenerlo constantemente por la casa vaya a donde vaya es un agobio y lo sabes mejor que nadie -dije yo ahora intentando convencerlo a él-

Michael: Bien, si eso quieres... Hablaremos después...¿vale? Tengo que arreglar unos asuntillos.

____: Vale

Y después de eso me dio un beso cerca de los labios para más tarde salir del salón.

No, John no volvió a entrar.

¿Que iría a hacer Michael? No lo sé.

Pero espero que no pase mucho tiempo sin verle.

Ya son las cinco y media de la tarde, Michael no vino todavía, así que le pedí a Rose si me podía hacer algo para merendar, a lo que ella me lo hizo felizmente.

Estaba aburrida, así que algo maravilloso se me ocurrió hacer.

Solo llevaba unas tres semanas en Neverland, pero como la mayor parte del tiempo estuve vigilada no me atreví a salir de la casa.

¿Qué mejor que ir al zoo de Neverland?

Mientras caminaba en busca del zoo, iba pensando si alguien me estaría persiguiendo, así que me di la vuelta rápidamente para pillarle.

No, no había nadie.

Seguí con mi camino hasta que vi un cartel el cual decía:

“Neverland zoo”

Y en él, había dibujado varios animales como por ejemplo un chimpancé, un tigre, un elefante y demás.