Capítulo único

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"Existencia Eterna"

     Claramente, la vida nos toma desprevenidos. A tan solo días de unir su espíritu con el ser amado para la completa eternidad; de sentirse plena, dichosa, próspera y satisfecha por haber encontrado con éxito la felicidad en otra persona pero, ya nada volvería a ser lo que fue,  ella no volvería a ser la misma. A partir del momento en que recibió esa pésima, atroz y deplorable noticia, se formó un tajo perfecto en su corazón que sangró con dolor, con vacío y angustia creyendo que la felicidad se había esfumado de su lado, se la llevó él, lo arrastraron mas no tuvo elección, sin querer lo obligaron. Fue el destino, el rumbo que no decidió a través de aquella tragedia irremediable, pero aún así él la acompañaría a donde quiera que vaya.

     Ahora, ella sin fuerzas y buscando la calma, la misma que encontraría únicamente en sus brazos va en dirección al hospital recordando los antiguos momentos de alegría que su amor le había dado, lo repetiría una y mil veces más sabiendo que jamás volvería a sentir ese bienestar de nuevo, o tal vez sí, por el sendero de sus sueños y pensamientos por todo lo compartido.

     Se trasladaba mientras se preguntaba porqué el motivo de tan brusca separación, sin saber con certeza respuesta alguna. Es tan cruel que te arrebaten la vida en un segundo, en un maldito segundo, ella pensaba en medio de lágrimas e innumerables recuerdos bonitos que aparecían en su memoria y, finalmente sintió un impacto contra su automóvil.

     Despierta rara y desesperante, nadie la ve, nadie la oye. Sí perdió la vida. Alguien la toma por detrás, se reencuentra con su amor. Quizás su corazón murió en el mismo instante en que supo la falta de él, quizás su corazón dejó de bombear y congelado condució hasta la mitad de camino para terminar como lo predijo el destino.

     Sus almas estaban reunidas y fusionadas otra vez, no en esta dimensión, no en este plano, si bien era estar juntos pero no en este mundo.

Existencia Eterna ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora