Hostage Of Love

III

❝Pasión a Caos❞

- Claro...

Respondió el omega dejando que el mayor lo guiara.

No fue difícil para el mayor hacer que el nipón accediera a hacerle compañía, es mas, parecía estar encantado. Sin soltar su pequeña muñeca, lo encamino hasta el sofá, donde lo hizo sentarse junto a él mientas el alfa le ofrecí una copa de whisky.

- Ten, bebe un poco, así entramos en ambiente -le dio el vaso y luego le dio un trago a su propia bebida. El agua hirviendo recorrió su interior hasta el estómago, era una sensación gratificante para él. Volvió su rostro al nipón y observo cada una de sus distintivas facciones.

— Eres un ser muy curioso. Dime ¿por que escoger esas prendas? —señalo el kimono impecable del azabache, el cual le resultaba elegante y precioso.

El nipón quien tras darle un buen sorbo a su bebida, terminó haciendo una pequeña mueca tras de beber su amargo contenido.

— Y-yo realmente pensé que sería del agrado de alguien, ya sabe.. los kimonos resaltan la figura de un Omega tan delgado como yo.—

Rió levemente, coloreandose así un pequeño rubor en sus mejillas a causa del alcohol. El solía tener problemas con la bebida, se emborrachaba muy rápido pues su grasa corporal era baja.

El azabache observo al nipón atentamente cuando esté sonreía, apartando así algunos cabellos que caían en su fino rostro. Al ligero contacto con su piel se emociono.

— Creo que hiciste buena elección, ese kimono es precioso y resalta mucho la forma de tu cuerpo —dijo de manera coqueta mientras se acercaba más a él y poder descansar su brazo sobre sus delgados hombros, mientras que con su otra mano le daba otro trago a su amarga bebida.

—¿Puedo.. contarte algo?— pregunto.

Espero que el mayor terminara su trago para que le pusiera atención. Al ver que éste volteó, le dedicó una mirada seductora acompañada de una sonrisa traviesa.

Poco a poco se acercó a la oreja del contrario para poder susurrarle — Y no has visto lo que tengo debajo — se apartó volviendo a la posición anterior para cruzar sus piernas, dejando ver en ese movimiento un poco de su piel.

El mayor arqueo su ceja izquierda, no era ignorante con las prendas tradicionales japonesas, y había leído con anterioridad sobre la ropa interior masculina. Sonrió con picardía y se acerco mas al joven, colocando su mano sobre la pierna del menor para tocar un poco de su piel expuesta.

— Me sorprendería mas el saber que no llevas nada debajo de esas llamativas prendas —su mano de manera atrevida comenzó a subir lentamente por la pierna del joven nipón entrando bajo su kimono. Su piel era muy suave, tersa y lucia deliciosa.

El menor tomó su vaso dándole otro sorbo a su bebida, actuando como si realmente no le importara que el chico se encontrara tocando descaradamente su piel. Continúo mirándolo directo a los ojos, una mirada llena de lujuria que acompañó de nuevo con una sonrisa a la hora que este separó el vaso de su boca para colocarlo en la mesa cerca del sofá.

— Siento que en esa parte voy a decepcionarte —

Hizo una pequeña mueca llevando su mano al cabello del contrario acariciándolo con gentileza, era suave por lo que al sentir su cabello pasar por sus dedos de esa manera era como sentir un fino listón de seda.