Prólogo

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Jungkook salía como todos los días de la universidad en punto de la una de la tarde, despidiéndose de unos cuantos amigos y encaminando su paso hasta la parada del autobús que lo llevaría a casa. Los minutos que demoraba el autobús en llegar a su casa eran los minutos que más apreciaba en su vida, ya que por la escasa cantidad de tiempo que poseía no podía siquiera dormir como era debido, por eso esos treinta minutos eran oro para él.

En el momento que ya estaba entrando por la puerta del edificio en dónde su adorado departamento lo esperaba, un largo pasillo con paredes color beige y el suelo alfombrado le dió la bienvenida al bajar del ascensor. Caminó silbando una canción improvisada y girando sus llaves en su dedo cuando un golpe seco logró que se detuviera justo unos pasos cerca de su puerta. Giró la vista, notando que estaba ubicado justo frente a la puerta de su vecino.

Park Jimin, su vecino desde hace tres años.

Jamás había tenido el placer de conocer a profundidad al lindo chico, se limitaban a ligeras sonrisas en el pasillo y uno que otro buen día.
Y, a pesar de que el chico lograba llamar su atención, jamás fue la suficiente como para acercarse y pedirle salir a tomar un café o una simple salida al cine, lo típico.

Esperó unos segundos a que el golpe se volviera a escuchar en caso de que fuera algo grave y pudiera ayudar en algo, pero lo único que logró oír fueron maullidos incesantes de un gato, parecía estar adolorido asi que supuso que se debia a la epoca de celo del pequeño animalito. Aun así, quizo estar seguro de que todo estaba bien.  

Con un poco de duda acercó su mano cerrada en un puño a la puerta, apunto de tocar, sin embargó el pensamiento de que el chico creyera que estaba espiando o algo parecido logró hacerlo dudar, por lo que finalmente decidió dar la vuelta e ingresar a su departamento.

Su día se basó en hacer sus tareas de la universidad, por lo que terminó en punto de las ocho y algo de la noche. Al darse cuenta que aún tenía algo de tiempo para poder hacer algo por satisfaccion propia, decidió ver una película en la comodidad de su sofá. Salió a la tienda en busca de algo para comer, sí es que a las papas fritas y un bote de ramen se le podía decir comida.

Cuando volvió de su rápida salida, su miraba se posó sobre aquella puerta junto a la suya. En todo el día no escuchó algún ruido de aquella habitación, muuy poco comun tomando en cuenta al ruidoso vecino que habitaba ahi, tampoco escuchó una puerta indicando que el chico no estaba en casa, por lo que esta vez no lo dudo y tocó la puerta dando tres golpes en ella.

Espero unos minutos pero la única respuesta fue un silencio total, así que decidió volver a tocar la puerta, esta vez con más fuerza. Pero la respuesta fue la misma.

La señora Choi, una señora de aproximadamente cuarenta años de edad, regresaba a su departamento después de, suponía, un largo día de trabajo

— Disculpe.— la llamó.— ¿A visto al chico que vive aquí? — señaló la puerta indicando el lugar.

— Lo ví entrar en la mañana que salí a trabajar, pero tuve que irme. Lo siento.

Jungkook hizo una reverencia en dirección a la mujer agradeciendo. No le sorprendió para nada la respuesta, es decir, no es como que la señora Choi tuviera la obligación de vigilar a Jimin. Fue a su departamento, volviendo segundos después con un pequeño pasador para el cabello en sus manos, se acercó sigilosamente a la puerta de su vecino, mirando en todas direcciones asegurándose que nadie lo veía. Cuando la zona estuvo desierta, metió en artefacto en la cerradura haciendo que ésta fácilmente cediera y se abriera frente a él.

Miró a su alrededor antes de entrar y cerrar la puerta detrás de él. Todo estaba en perfecto orden y sin señales de que pasara algo fuera de lo normal.

— ¿Jimin? — silencio.— ¿Jimin, estás aquí?

Un sonido proveniente de su lado derecho lo hizo voltear asustado, sintió un pequeño miedo sin saben la razón y sigilosamente camino en dirección a la puerta entreabierta del fondo.

Un gato blanco salió de aquella puerta con un brinco para seguidamente comenzar a caminar como todo un gato fino mientras maullanba al desconocido. Jungkook no pudo evitar asustarse aún más, ocasionando que casi cayera sobre su trasero, pero logró mantenerse de pie.

— ¿Que hacias ahí, tonto? — una vez calmado, tomó a la pequeña bola de pelos blanca quien durante todo ese tiempo, estuvo mirando curioso al chico.

Caminó dentro de la habitación por la que el gato había salido, notando rápidamente que se trataba del baño. Con rapidez inspeccionó el lugar pero su mirada quedó fija en un punto específico en el piso.

El cuerpo de Park Jimin yacía tirado boca abajo en frío asfalto.

Su rostro parecía estar en paz total, como si él chico estuviera realmente durmiendo, pero Jeon sabía a la perfección que no era así; por lo que rápidamente se acercó a él dejando al gato en el suelo junto al cuerpo inherte de su dueño.

— ¡Jimin! — gritaba con la esperanza que el chico se levantará del suelo.- ¡Jimin! ¡Despierta!

Lágrimas comenzaban a salir de sus ojos sin su consentimiento producto del miedo que sentía en ese mismo momento. Girando desesperadamente en busca de algo que fuera de ayuda, pudo notar una soga colgando en el soporte de la cortina de baño.

Sin pensarlo, tomó su celular llamando a emergencias indicando a la perfección el lugar y número de departamento a lo cual le contestaron que estarían en pocos minutos ahí.

Colgó sin responder, mirando a todas las direcciones sin saber que hacer realmente, hasta que su mirada se posó en el espejo.

Una hoja de papel estaba pegada sobre éste.

Rápidamente se incorporó y se acercó hasta estar lo suficientemente cerca para arrancarlo y leerlo.

"Tienes que saber la clave para saber la verdadera nota"

Jungkook frunció el ceño, releyendo varias veces aquella nota. ¿Cuál clave?

El papel tenía una marca, una flecha que indicaba un lugar. El castaño volvió a colocar la hoja en su lugar original, notando que apuntaba al celular del chico. Lo tomó, y una vez leyendo la pantalla, quedó en blanco.

Sus sentidos no reaccionaron ni siquiera cuando escucho la puerta siendo abierta de un portazo. Varios enfermeros comenzaron a llegar la habitación, analizando el cuerpo tirando de Jimin, pero su impresión no lo dejó hacer ningún movimiento, ya que la misma oración se repetía una y otra vez en su cabeza.

"Ingresa la contraseña, Jungkook"

Nota Suicida ✧ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora