Ángeles y Estrellas

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Con desgano y manteniendo su último aliento a flor de piel, junto sus últimas fuerzas poniéndose de pie, con la espada en mano, la que de ahora sería suya.

Era un arma sagrada bendecida por la sangre de Los Arcángeles, por Las Palabras de Dios y las oraciones de la Virgen y Jesucristo. Esta había sido un regalo del cielo a su Tío Ford para que acabase con aquel que era considerado el peor de los males desde la caída de Lucifer, Bill Cipher, su amado.

Soltó un quejido, a pesar de que tenía un golpe que para su suerte no llegó a quebrar sus costillas del lado derecho, un corte en su abdomen bajo que poco a poco iba sangrando cada vez más también probablemente una lesión grave en su hombre derecho, sin embargo el amor, resentimiento y odio que sentía era mucho mayor al dolor que todo su cuerpo sentía...

Pero además de contar con su fuerza de voluntad también antes de que todo comenzará y mientras dormía junto a su amante este tuvo un sueño, y al despertar lo único que le preocupó no fue el hecho de morir sino la persona que yacía a su lado, por lo que en medio de la noche al borde de quebrar en llanto le cedió parte de su fuerza y de su resistencia.

Pero eso nuestro protagonista no lo sabía...

Sin más se aproximó al Rey Demonio, o más conocido como Lucifer, el padre desalmado que por dominar ese pedazo de tierra, por estar presente en el plano terrenal había sido capaz de matar a su propio hijo.

Al verlo sintió miedo, miedo de no poder ser lo suficiente como para siquiera intentar hacerle frente a ese monstruo, pero luego de unos segundos fugaces, como las estrellas, respiro, dejo de pensar en todo por qué al fin y al cabo no tenía nada más que perder, aparte de su vida pero era lo que menos importancia tenía para él en ese momento.

-Disfruta lo poco que te queda- le grito con todas sus fuerzas.

Lucifer solo se limitó a ver para luego soltar una estruendosa carcajada.

-Pequeña mierda, Tú, como te atreves a enfrentarme.-

- Voy a matarte, tal y como lo hiciste con Bill.-

-Tienes agallas, pero eso no te sirve de nada o es que quieres morir.-

-No pierdo nada por intentarlo o es que le tienes miedo a un simple humano.-

-Tus insinuaciones solo harán que tu muerte sea más doloroso, pero te concederé un combate cuerpo a cuerpo.-

Al terminar dicha frase el cuerpo de Dipper sintió un escalofrío al ver la sonrisa que se formaba en aquel rostro, al verlo lo único que pudo pensar fue "es espeluznante" , antes de recibir un golpe que logró marearlo haciendo que perdiese el equilibrio casi en su totalidad.

La batalla final había comenzado, solo quedaban dos caminos...

Ananké disfrutaba del espectáculo.

Dios observaba cómo una de sus creaciones volvía a cometer un acto de locura que le costó el cielo.

Y en el infierno solo se oían llantos.

-El fin está cerca

...

O tal vez no... Tú qué piensas??-

🖤💔🖤💔🖤💔🖤💔🖤

Segunda Parte
E.Pfuera 💋👑

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