Dime si volverás / Ice Finn x Tu

10. - ¿Qué insinúas?

___ se quedó viendo el agua de forma tranquila. En ese momento nada la estaba preocupando. Ahora sabía que contaba con toda la confianza y valentía posible para tener a salvo a su mejor amigo. Ambos sabían que tenían lo suficiente y saldrían adelante.

- ¿Te digo algo? - preguntó la chica, a lo que él chico asintió con la cabeza - me cansé de que dijeras "Lo siento" o te disculparas en el pasado.

Finn no sabía muy bien a lo que se refería exactamente - am...creo que nunca tuve forma de elegir lo que quería hacer, todo era instinto u obligación, como cuando vendimos a Bartram...no tuve elección.

Sonreían sin verse, sólo se tomaban de la mano.

- Creo que... - dijo Finn y ___ volteó a verlo - Creo que ya te lo había dicho, pero cada vez que me sentía triste, a mi cabeza venían esos miles de recuerdos de tí sonriéndome.

La chica de ebras ___ no tenía nada que decir, estaba demasiado ocupada pensando en como es que un chico que perdió la cabeza aún recordaba esos bellos momentos.

-Al parecer lograste volverte fuerte ante tu peor enemigo - señaló la corona con una sonrisa - mantén la calma, aunque esto recién comenzó, dentro de mi vida - la chica se desanimó un poco.

Antes de que dijera otra cosa, el rubio se acercó y la mantuvo entre sus brazos, hacía un poco de frío ahí, y seguramente entre sus brazos estaba algo más frío, pero no incomodaba en lo absoluto, la mantenía tranquila.

Ninguno habló en ese momento.

Estar así de fría y protegida por alguien como él, le ayudaba a sentirse felíz y aceptar el hecho de que no sería como antes. Las cosas estaban a punto de cambiar para siempre. Ahora sabía todo acerca de su poder.

___ se quedó dormida.

Todo era un caos.

La flora y la fauna se había desvanecido por completo. Las personas no eran más que insignificantes seres con la cabeza llena de basura y los convertía en muertos vivientes. Nadie con la conciencia aún activa más que una niña. Una niña sosteniendo una corona de oro y rubíes rojos. Llevaba un vestido amarillo y un suéter rosado, no llevaba zapatos. Su cabello estaba hecho en 2 coletas largas.

Su corazón estaba acelerado y todos sus sentidos alarmados, ya que enfrente suyo estaba una casa grande que era conocida para ella.

Se quedó ahí parada. Viendo como invadían esa casa.

Escuchó un grito que de ahí provenía. Lo reconoció y con algo de susto y sin pensarlo dos veces, se dirigió corriendo hasta el lugar.

Al llegar y empujarlos a todos, se había convertido en un niño pequeño con un gorro de conejo blanco, una sudadera azul, unos shorts grises y con pies descalzos.

Quien estaba enmedio de todos, se había convertido en una chica de cabello largo

Los roles habían cambiado

Podía verse a sí misma a punto de ser atacada y eliminada, sólo lo pensó...

-Solamente es un sueño ...

Despertó de golpe y alarmó a Mertens. Su sueño no estaba completo. Le hacía falta el final o cómo habían comenzado las cosas. ¿Estaría recibiendo una señal del final?

-¿Qué sucede? - preguntó Finn viendo con algo de preocupación a ___, ya que esta lagrimeaba en desesperación.

No decía nada, sólo movía su cabeza como si buscara una respuesta. Aún fuera de razón, se levantó empujando al rubio haciendo que cayera. Se fue corriendo sin destino. Aún con rasguños de árboles, con cansancio, con falta de aire, no se detuvo.

En un punto se tropezó con desnivel de la tierra y cayó hacia el piso golpeándose la cabeza con fuerza. No escuchó nada, su vista estaba borrosa. Solamente logró ver una silueta; una mujer de piel morena clara, cabello largo castaño oscuro.

Momentos pasaron.

Despertó en la habitación de una casa de concreto. Solía ser extraño encontrar algo de concreto en medio del bosque, lo más que se veía eran cabañas de madera. Y era mucho pedir para mantenerse.

Hacía calor ahí dentro. La atmósfera era algo diferente a lo que venía siendo. Normalmente fría y en silencio, aquí dentro hacía calor y había ruido por parte de una máquina que estaba procesando algo como jugo. Raro.

Un hombre un poco mayor con rasgos como los de la mujer vista entró a la habitación con una taza que tenía el texto: "El Mejor Tío del Mundo".

-Uhm... - había notado que ___ estaba despierta - ¡Sobrina! ¡Tu amiga ya despertó! - dijo y se escuchó un grito agudo.

Se presentó en la habitación. Al parecer no era una mujer del todo. O tal vez lo era, pero no estaba totalmente desarrollada como una mujer de 20 años, o esa es la edad que se le podría calcular.

-Gracias por avisarme, Tío Gumbald - dijo con una sonrisa tierna. Quizá seguía siendo como una niña.

-De nada, Bonnibel - le sonrió de vuelta y se dirigió a la puerta - llámame si necesitas algo - y se fue.

Se quedaron viéndose unos momentos sin decir nada, ___ sólo decidió sentarse para estar más cómoda. Bonnibel se levantó y suspendió su máquina y sirvió jugo en dos vasos. Le entregó uno.

Bebió un poco del jugo - Hola, ___ - recibió respuesta - te traje aquí después de recogerte del bosque. Chicle creyó que te había secuestrado o algo parecido, fue una locura. - rió - Es bueno volverte a ver - mostró una sonrisa.

La de ebras ___ sonrió - lo mismo digo, Bonni.

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Ya sé que no es lo que esperaban pero
yo tampoco estoy muy satisfecha.
No actualizo en dos meses y vengo a darles
pura tontada sin sentido. Lo siento.
Esta vez no tuve problemas para actualizar
pero aún así lo hice temprano.
Felíz año 2019.

Nos vemos.

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