Padded cell

2 0 0
                                    

Quiero quedarme en un cuarto blanco, vacío, sin nada a mi alrededor, ya saben, esos que muestran en las películas, series y televisión, donde no puedes tocar nada, ni siquiera a ti mismo, aunque a mí me gustaría poder tocarme, o tal vez no. Tan sólo quisiera estar ahí en ese cuarto, encerrada, por uno, dos, tres o varios días, olvidarme de todos quienes conozco y enfrentarme a mí, enfrentar mi ser, yo sola, fría en el vacío, con las luces prendidas todo el tiempo, no saber de tiempo, cuánto habrá pasado, cuánto faltara por saber, hartarme de mí misma, enloquecer, tal vez ese sea el privilegio de no poder tocarse en una habitación blanca, en el cuarto propio uno ya se vuelve loco, tira cosas, golpea la almohada, grita, llora y ya está, pero en una habitación vacía y blanca, ¿a quien le gritas? ¿A quién lloras? Y sobretodo ¿a quién golpeas? ¿Con quién descargas toda esa furia con la que te cargas o con qué? En una habitación blanca, estás tú y solo tú, entonces, cuando no hay más pared que golpear, comienza la auto lesión, no es algo de lo que sepa pero lo he de imaginar, aunque jamás me he auto lesionado, bueno, sólo una vez pero no la cuento, no era valiente y aún hoy sigo sin serlo. Quiero entrar a esa habitación blanca, quedarme sola, gritarle al mundo, al aire, a ti y a mí, a mi presente, a mi pasado y al tenebroso, inconcebible, inimaginable, borroso e inseguro futuro. Gritar todas las noches que he llorado, por ti, por mí, por mi familia, por lo que tengo y por lo que no, por lo que ya se hizo y por lo que jamás me atreví a hacer, por todos esos hubiera que no existieron y jamás existirán, y es que ¿qué más se les puede hacer? Dejarlo atrás, pero no soy alguien que deje atrás, yo no sano, yo no olvido, por eso le grito, le grito hasta que no pueda gritar mas, hasta quedarme sin aire, hasta que las lagrimas acudan al lugar de la voz, expresen lo que ya no se puede gritar, hasta derrumbarme e intentar romper las seis paredes que encierran a uno, y entonces, cerrar los ojos, y olvidar, despertar bañada en lagrimas, en piel y alma renovadas, el dolor sepultado, ahogado en gritos y lágrimas y el alma renaciendo en piel lavada, voz recién escombrada y el ser preparado para salir de la habitación.

RoomsWhere stories live. Discover now