YOU ARE MY SUN

You are my Love

―Estás yendo con todo, ¿eh, Taehyungie?

Confundido, se giró hacia Seokjin. Él iba a su lado en la mini furgoneta y le estaba señalando el flamingo entre sus manos, con gesto divertido.

―Es para Hoseok hyung ― dijo, aún sin entender a qué se refería el mayor. Jungkook, que hasta ese momento estaba en el asiento trasero y con la mirada perdida en la calle, rió por lo bajo, inclinándose hacia ellos.

―Taehyung hyung quiere algo de acción para el último día.

―¿Qué-? ¡Claro que no! ― negó, ligeramente irritado. Las risas de los otros dos no se hicieron esperar y, dando una mirada al chófer y al staff que esa noche los acompañaba, agregó en voz baja ―. Jamás podría hacer algo aquí, con ustedes, el staff y la docena de cámaras que tenemos en casa.

―Ya lo creo ― susurró Jungkook, gruñendo ―. Esta mañana Hoseok hyung estuvo particularmente meloso cuando fue a despertarte. No veo la hora de volver a mi habitación, a solas y lejos de sus demostraciones de amor ― lloriqueó, haciendo reír al mayor.

―Sé que es difícil para ambos, pero hoy... los dos han estado demasiado empalagosos ― siguió, y no pudo menos que avergonzarse un poco. La verdad es que ese viaje había sido el más duro para él; nunca había necesitado tanto el cariño de Hoseok como esos días, y sabía que rapero se sentía realmente mal por no poder estar ahí, para él, como ya se lo había demostrado el día de la fogata. A esas alturas sólo contaba las horas para irse de una buena vez a Corea y encerrarse por varios días junto al rapero, sólo recibiendo sus mimos y abrazándolo tanto como no había hecho durante la filmación.

El que estuvieran a poco menos de un día para por fin tener su espacio había hecho que ambos, sobre todo él, bajaran la guardia. Estaba muy consciente de ello ― aunque también ayudaban las miradas burlonas de Jungkook y Jimin y las de advertencia de Namjoon ―, ¿pero cómo podía prohibirle a su cuerpo estar lejos de Hoseok cuando ya en su mente los dos estaban en la seguridad de su hogar?

«Quizás sí debo dejar de ser tan obvio» pensó, sintiéndose reacio a acatar esa idea.

―No es como que te esté riñendo, Taehyung ― siguió Jin, sacándolo de sus pensamientos ―. Sus demostraciones de afecto se me hacen lindas-

―A mí no ― interrumpió el menor, ganándose una mirada reprobatoria de Jin ―. No me mires así, hyung. Esta mañana sus besuqueos no fueron broma-

―Pero- ¡Sólo fue uno!

―Casi vomito.

Los tres se quedaron en silencio por unos segundos, hasta que la suave risita del mayor relajó sus ceños fruncidos. Al minuto los tres estaban riendo abiertamente, ganándose miradas curiosas del staff desde el asiento del copiloto.

―Lo siento ― suspiró, apretando el flamingo entre sus manos ―. Estaba medio dormido y no recuerdo mucho. Pero te juro que no iba a pasar nada, Kookie. Ya sabes cómo es Hoseokie.

―Nah, está bien ― murmuró el menor, apoyando el mentón sobre sus brazos flexionados contra el asiento ―. Durante la filmación de esta mañana le envié un mensaje a Hoseok hyung acerca de eso ― rió, soñador ―. Por cierto, le envié una foto a Yoongi hyung de esta noche.

―Oh, yo también ― acotó el mayor, revisando su móvil ―. Aunque no ha respondido... Pff ― rió, mostrándoles la pantalla ―. Miren lo que dijo: "Hyung, ¿por qué no te pusiste la corbata?". ¡Ah, realmente lo extraño!

Jungkook y él rieron por lo bajo. No tener a Yoongi con ellos había sido lo peor, y más para él, que apenas pudo pasar un día a su lado.

Realmente estaba feliz de que faltara poco para regresar a casa. Los Bon Voyage siempre ocuparían un lugar especial en su corazón, pero ese... estaba siendo bastante difícil de llevar a cuesta.