No Entres Al Bosque Solo. [Cancelada]

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Hola mucho gusto. Ya se el cliché de siempre al presentarse pero es lo que hay amigos. Mi nombre es Samuel y este esta es la historia del por que no pueden entrar al bosques sin compañía.

Para empezar tenemos que retroceder 10 años en el pasado. En ese tiempo solo tenía 15 y tendía a salir mucho sin nadie...

~~~10 años atras~~~

-¡mamá! ¡Voy a salir!- tomé mi bolso y aliste unas cosas.

-¿¡Con que permiso!?-escuche a mi madre gritar desde su cuarto.

-¡Con el de Dios, el sol y las estrellas!-grite desde la puerta. Salí y me dirigí al bosque que había en la parte trasera de mi casa.

Vivo en una pequeña cuidad. Algo apartada y cuando me siento solo tiendo a salir a pasear al bosque. Se muy bien que no debo entrar sin compañía, mi padre me lo ha repetido muchas veces pero cuando no tienes muchos amigos y realmente no los quieres haces cosas sin poner atención.

Como dije antes no tengo amigos así que busque un lugar para mi solo en el bosque algo así como mi escondite secreto. Lo uso cuando mis padres tienen problemas en parte es por eso que me gusta estar solo.

Hace un tiempo que estoy llevando cosas aquí ya tengo muchas provisiones y unos cuantos "muebles"que hice yo mismo con cosas que encontré en el bosque.

-si al fin en casa -Dejo mi bolso en una esquina de mi escondite secreto. Consideró este lugar como mi casa ahora.veo al rededor para ver que no haya nadie, solo por si acaso, y me cambio de ropa por una mas comoda.

-¿A ver que tenemos por aquí?- sacó unas cuantas bolsas de comida chatarra y me siento a comer. Después dé un rato decido subir a un árbol, desde que era pequeño siempre me gustaba escalar , deje la comida chatarra a un lado y me dispuse a subir al árbol mas cercano que encontré.

Era un viejo roble muy alto. Me sujete muy fuerte y empeze a escalar las ramas ya estaban algo tostadas por el sol pero aún así resistían mi peso y no es como si fuera muy pesado, soy algo delgado así que no tengo problemas para subir.

Ya en la copa del árbol pose mi mirada en el horizonte a mi derecha podía ver la cuidad algo ajetreada como siempre y a mi izquierda las imponentes montañas con nubes bordeándolas por su gran altura sin duda me maraville por esa vista no importaba las beses que la viera siempre me gustaría.

Pase un largo rato en la copa dé viejo roble sintiendo la brisa de el viento en mi cara. Cuando de repente mi celular comenzó a vibrar con un recordatorio de la hora que era. Ya debía volver.

Baje apresuradamente del árbol y recogí mis cosas regrese lo mas rápido que pude a casa sin voltear a ver atrás sin darme cuenta que entre los matorrales algo me observaba.