A.M. [Sterek] {A.U}

Primera Parte

~ ¿Que hace un ángel como tú, en un infierno como él mío, entregándole tu amor al más pobre de los diablos? ~

Él Último Ke Zierre,
"Quemaste tus alas de ángel."

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I: Cariño, soy solo un pedazo de mierda.

Vio las paredes y pisos blancos, casi clínicos, con sus músculos tensos bajo su camiseta.

Otra vez ahí.

Ese lugar de sus sueños y pesadillas, ahí había pasado sus mejores y peores momentos.

Entró a la habitación para luego cerrarla con pestillo.

Y lo vio ahí, hermoso, mirando a través de la ventana con la luz de luna bañando su rostro... tan angelical que quien lo viera ni siquiera imaginaria como era en verdad.

Por suerte, él tenía las noches, cada oscura y maravillosa noche, luego de la puesta de sol, entradas las 2 a.m., tenía de vuelta al amor de su vida

Por desgracia, a este amor, le faltaba un pedazo de alma, por lo que él trataba de darle una parte de la suya cada vez que podía.

Salvar un alma es más difícil de lo que se creería.

Derek sabía que Stiles estaba con mierda hasta el cuello, pero no le importaba hundirse con él.

-Te dije que no vinieras, Der. -Dijo con la voz un tanto ronca y la mirada perdida en alguna parte de la pared blanca acolchada de la habitación.

Derek río.

-Lo sé, ¿Creíste que lo haría?

Entonces por fin Stiles lo miró, con esa sonrisa suave tan característica y perteneciente de la noche, solo a oscuras podía recibir aquella sonrisa.

-No, esperaba que lo hicieras, pero... tú no eres de esa forma.

- ¿De cuál forma crees que soy entonces?

-De las leales. Qué pena que tu lealtad esté conectada a mí. -Se paró y caminó hasta llegar al azabache y rodearlo con sus brazos. -Te extrañe.

-Creí que nunca lo dirías. -Dijo con un suspiro Derek, mientras rodeaba firmemente él cuerpo de su chico.

Con cada momento se crea un recuerdo y Derek intentaba crear mejores recuerdos con Stiles, mejores de los que ya tenían, mejores de los que alguna vez tuvieron, mejores que él pasado.

Pasaron varios minutos antes de que se soltaran, había sido todo tan cálido, tan amable, tan cariñoso, pero ahora venían las palabras, esos momentos cuando llegan los sentimientos que pesan.

-Hice cosas terribles.

-Shh. -Susurró Derek. - Tranquilo, no fuiste tú, amor. Tú no eres así.

-Mentira, ese era yo, esto... -Apuntó a la ventana donde la luna alumbraba. -las noches Derek, solo son... los últimos pedazos de cordura que hay en mí y... no creo que duren mucho. -Miró los ojos verdes que lo observaban con curiosidad y a la vez preocupación, como si le estuviera prestando atención a lo más valioso que tiene en la vida... viéndolo perder la cabeza. -Solo, te siento aquí, cerca, atado a mi como si te estuviera enterrando conmigo y no lo mereces... tu no.

Derek lo miró con una sonrisa torcida, lo tomó suavemente de la barbilla y lo besó, para luego juntar sus frentes.

-No hay otro lugar en el mundo donde quiera estar más que aquí contigo, Stiles. Eres todo lo que necesito.

-Tal vez no quieres... pero debes, estamos respirando Derek, y tú tienes la oportunidad de tener una familia, de vivir feliz, sin preocuparte por irte de una habitación por la mañana. No quiero que te quedes conmigo, solo soy un monstruo que tuvo la suerte de tenerte.

-Exacto, me tienes, mientras este contigo seré el hombre más feliz de la galaxia y no me preocupo por irme en la mañana, me preocupo por pasar la noche abrazado a ti intentando que me ames de la forma en que yo lo hago.

Stiles negó.

-Eres tan terco.

-Y tu tan lindo.

Stiles río levemente.

- ¿Trajiste tu teléfono?

-Si. -Susurró.

-Pon la alarma, cariño, sabes que la bestia madruga cuando te siente cerca.

-Lo sé. -Se acostaron en la cama

-(-o-)~

Derek despertó por la alarma y la apagó de inmediato, miró a su lado. El chico dormía como los ángeles, el problema era cuando despertaba.

Trazó sus labios, sus ojos con los dedos.

¿Por qué demonios debía ser así?

Ojalá hubiera aprovechado más su tiempo de cordura.

Entonces se preguntó, ¿Stiles alguna vez tuvo cordura?

No sabía la respuesta a eso, su pequeño había pasado por tantas cosas jodidas en su vida que ya no creía que alguna vez haya tenido la oportunidad de pensar con claridad.

Agitó la cabeza luego de pensar en eso.

Después de todo, las noches no le molestan, aunque el en serio amaba ver a Stiles con la luz del sol resaltando sus ojos y su sonrisa socarrona al haber recién despertado.

Esa, podría decir con seguridad, era la mejor parte de su día. Pero estaba ahí cada noche para ver en la oscuridad las sonrisas dirigidas a él, tal vez el brillo en sus ojos cuando decía algo que le gustaba o sentir las lagrimas empapar su mano al quitárselas cuando recordaba lo que había hecho.

Recuerda haber intentado tantas veces vivir sin el castaño, pero no podía. Era como caerse en medio de la calle, lo hacía sentir estúpido y adolorido.

Suspiró para dejar un beso en los labios inmóviles, quería desaparecer con Stiles a algún lugar remoto donde vivieran juntos sin preocuparse por alguien a quien dañar. Solo en amarse.

Finalmente se fue.

*

Stiles despertó.

Sus ojos se fueron con rapidez a su lado. No estaba.

Gruño fuerte.

-Maldición, Derek. -Miró la puerta. – Para la próxima te atraparé.

Entonces lo notó… eso provocó una sonrisa en su cara, una escalofriante sonrisa.