PERSONAJES
Betty
El hombre
Se abre el telón y yace Betty recostada en una cama, aparentemente su habitación. Adormitada, confundida, alucinante. A su lado, un hombre apuesto, con mirada tétrica y contrastando, una sonrisa dulce y apacible.
Betty: (Con un sobresalto) ¿Qué? ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? (Al hombre a su lado)
Hombre: (Riendo) Inocente...
Betty: Pregunté quién eras. (Exaltada y enfadada)
Hombre: No lo sé, dime tú. Por ti es que estoy aquí. Piénsalo.
Betty: ¿Por mí? Yo no te conozco, claro que no. Jamás te había visto. ¡Vete de aquí!
Hombre: (Paseándose en la habitación) Lo siento, no puedes echarme.
Betty: (Se levanta de la cama) Claro que puedo. ¡Vete! ¡Ahora! (Extiende su mano derecha hacia la puerta).
Hombre: Siento decirte que no puedo. Aunque quiera.
Betty: (De repente, se tranquiliza) ¿Cómo te llamas? ¿Por qué estás aquí?
Hombre: No tengo nombre, a menos que tú quieras ponerme uno. Y bueno, siendo lógicos, tú me llamaste. ¿Por qué estaría en tú habitación sino?
Betty: (Pensativa y más confundida que nunca) Buen punto. Pero, en serio, no te conozco. Créeme, si te hubiera conocido, no te habría olvidado.
Hombre: Bueno, lo tomaré como un halago. (Fanfarroneando)
Betty: Pareces muy confiado, debes conocerme mucho para creerte con el derecho de hablarme así. Después de todo, has irrumpido en mi habitación no sé con qué objetivo.
Hombre: Lo has malentendido todo, mujer. Tú mismo me dejaste entrar. Acuérdate.
Betty: Bueno, no seguiré con esta contienda absurda. Ya que estás aquí, dime, ¿qué somos? ¿Qué clase de relación tenemos tú y yo?
Hombre: Bueno, te lo explicaré: soy un hombre y eso somos, un hombre y una mujer en una habitación. (Ríe desenfrenadamente)
Betty: (Por alguna extraña razón, también ríe) Explicación aceptada. Me pareces muy familiar, no sé de qué.
Hombre: ¿Ah, sí? Pues es recíproco. Es como si fuese parte de ti.
Betty: ¿Verdad?
(Ambos ríen por unos segundos)
Hombre: De hecho, hay algo que quiero confesar, no, más bien, declarar. ¿Me permites?
Betty: Permiso concedido. Pero, debes decirme sobre qué va esa confesión.
Hombre: No puedo, me da vergüenza.
Betty: ¿Tan malo es?
Hombre: En absoluto. Es solo que no puedo exteriorizar tan fácil mis sentimientos y he de hacerlo ahora porque es la ocasión propicia. No sé cuánto podamos estar así, solos tú y yo.
Betty: (Intrigada) Anda, déjate de rodeos y cuéntame de qué se trata todo esto.
Hombre: (Soltando un gran suspiro) Decir que te amo es poco; una mofa vaga y corriente, a comparación con todo lo que siento por ti. Imagina cuán corta ha de quedar, aquella bella expresión, entre la vastedad donde se han de encubrir mis sentimientos. Nadan unos juntos a otros, como peces en el mar, besándose y mimándose entre sí, montando una función digna de contemplar. Se sumergen en las profundidades de mi corazón y yacen sobre un coral con tu nombre la mañana siguiente, listos para ir a la superficie y jugar con el sol. Y cuando la luna cae, se acunan unos entre otros, esperando vigorizarse entre sí una vez que termine el reposo. Dormitan en armonía y quietud, conmoviéndose con sueños serenos, dejándose llevar por el abrazador movimiento de tu amor. Son inmensos e infinitos. Es como para que te hagas una idea de que quererte solo queda en palabras, y que amarte, es como una tarde dentro del mar.

YOU ARE READING
LOCURA SENSATA
Mystery / ThrillerLa esquizofrenia (muchas veces llamado trastorno) es una enfermedad que ataca específicamente al cerebro. Las personas que la padecen pueden escuchar voces que no están allí. Ellos pueden pensar que otras personas quieren hacerles daño. A veces no t...